Kicillof dijo que la segunda ola “es un tsunami” por la explosión de contagios

La Provincia adecuó el decreto nacional que impuso restricciones al sistema de fases. Pero quería medidas más duras

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El gobernador Axel Kicillof afirmó ayer que “no es una ola, es un tsunami”, la situación sanitaria en territorio provincial a partir de la disparada de contagios y advirtió sobre la “impresionante velocidad de crecimiento” de casos de coronavirus en los últimos días.

Kicillof indicó que en la Provincia “se va a acatar al pie de la letra” las medidas anunciadas por el presidente Alberto Fernández para combatir la segunda ola de coronavirus. De todas formas, en la Gobernación eran partidarios de establecer restricciones más duras (ver pág.10).

No obstante, la Provincia adaptará ese decreto al sistema de fases bonaerense.

“En las últimas tres semanas pasamos de 2.500 casos a un promedio de 6.000. No es sólo lo súbito o la velocidad, sino la magnitud”, aseguró Kicillof al encabezar una conferencia de prensa en Casa de Gobierno junto al jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y al viceministro de Salud, Nicolás Kreplak.

“Es una segunda ola feroz. Si no se toman medidas, si no se cambia nada, hay que suponer que todo sigue igual y los casos crecen”, añadió.

Kicillof estimó que la velocidad con que están creciendo los contagios es “impresionante”, lo que genera “que se vayan completando las terapias intensivas”.

Tras advertir que se “corre el peligro de que se sature el sistema sanitario”, el Gobernador afirmó que unos 40 distritos que se encuentran en Fase 3 -aquellos en donde se registran mayor cantidad de contagios- “habrá cierre de locales de gastronomía de 23 a 6; prohibición de circular desde las 0 a las 6; y un cierre de comercios en general desde las 20 a las 6 de la mañana”.

Expuso que los 16 municipios que se hallan en Fase 5 tendrán una restricción horaria entre las 2 y las 6; mientras que en los 79 distritos bonaerenses que se encuentran en Fase 4 esa limitación será entre 0 y 6.

“El resto de las restricciones van a respetar todo lo que planteó ayer Alberto Fernández y vamos a invitar a los municipios además a que liberen los estacionamientos”, expuso. Así, indicó que “la primera apuesta es a la conciencia y responsabilidad en el cumplimiento de los cuidados personales y protocolos”.

El gobernador reconoció en ese sentido que la Provincia buscaba cierres más fuertes por tiempo limitado en el marco de las reuniones entre el Gobierno nacional y porteño, pero sostuvo que “acompaña las medidas” presidenciales. No obstante, señaló: “Se van a tomar las medidas que se tengan que tomar”.

“Nosotros cuando esbozamos cuál era la decisión que había que tomar (…) pensamos que había que hacer un cierre muy fuerte durante un tiempo limitado, obviamente acompañamos estas medidas pero sabemos que a veces la decisión no es cerrar o no cerrar, si no si se cierran antes o después de un desborde”, sostuvo Kicillof.

“Prefiero ampliar y construir hospitales que ampliar cementerios”, dijo.

En ese contexto, Kicillof señaló que se aplicarán “severas multas por incumplimientos”, dijo que ese sistema sancionatorio requerirá de adhesión municipal y pese a que planteó que “habrá seguimiento, control y sanciones”, remarcó que “no puede haber un policía al lado de cada persona”, por lo que pidió “colaboración y conciencia” a los ciudadanos.

“Hay que parar los contagios, porque más contagios, son más internaciones y más muertos. Corremos el peligro de que se sature el sistema sanitario. Si no se hace nada, no hay sistema que aguante, ni siquiera en el primer mundo”, manifestó.

MEDIDAS

Tras enumerar las medidas que adoptaron otros países tanto europeos como latinoamericanos, que van desde toque de queda, suspensión de clases presenciales y concurrencia a oficinas, hasta prohibiciones de mantener reuniones, Kicillof expresó: “Nada nuevo bajo el sol: llega la segunda ola y hay que tomar medidas duras”.

Admitió que ello “no es agradable y no lo quiere nadie”, pero apuntó que “es la única forma de evitar contagios masivos y que desborde el sistema de salud”. En tanto, sostuvo que la prioridad es “cuidar la actividad económica y seguir con la presencialidad (en las escuelas), pero cuando está en riesgo el desborde del sistema sanitario, hay que poner encima de todo la salud y la vida de la gente”.

 

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