Kicillof bancó al secretario que quiere desplazar Guzmán: "Basualdo es un excelente funcionario"

El gobernador bonaerense se metió de lleno en la polémica entre el ministro de Economía, avalado por el Presidente, y el kirchnerismo

La disputa surgida en el oficialismo a partir de la decisión del ministro de Economía, Martín Guzmán, respaldada por el presidente Alberto Fernández, de desplazar al subsecretario de Energía Federico Basualdo sumó hoy una voz fuerte como lo es la del gobernador Axel Kicillof.

"Federico Basualdo fue funcionario en mi época, un excelente funcionario", aseguró Kicillof recordando cuando estuvo al frente del ministerio de Economía durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner.

Además de salir al cruce de la intención de Guzmán de desplazar a un subsecretario de su ministerio, Kicillof también criticó la intención del titular del Palacio de Hacienda de aplicar más de un aumento en la tarifa el servicio eléctrico, luego que se confirmara un incremento del 9%.

"Si se habla de un aumento no puede superar al que se estableció del 9%. Esa discusión ya está saldada", afirmó el gobernador bonaerense, quien se metió de lleno en la polémica surgida en las últimas horas que tiene a Guzmán, con el respaldo del Presidente por un lado, y al kirchnerismo y La Cámpora por el otro.

"Aumentos mayores, con los bolsillos flacos, con momentos de pandemia, es muy difícil pensar", agregó.

La interna entre Guzmán y el ala kirchnerista por la política tarifaria es muy antigua y precede incluso a la conformación del Frente de Todos: cuando el ahora ministro era un joven investigador de la Universidad de Columbia comenzó a exponer sus tesis contra lo que consideraba el principal problema de la política económica.

En 2016, cuando el gobierno de Mauricio Macri recién empezaba, numerosos catedráticos e investigadores de la política económica brindaban exposiciones sobre los motivos por los cuales había terminado el ciclo de bonanza económica que había atravesado al gobierno de Néstor Kirchner y a buena parte del período de Cristina Kirchner.

Entre esas disertaciones, Martín Guzmán aseguraba que sobre los años finales del kirchnerismo, las cosas buenas que se habían hecho en política económica habían quedado atrás, siendo especialmente crítico de los años en los que el ministro de Economía era Axel Kicillof, justamente el economista favorito de Cristina.

El economista sintetizaba que, en la primera parte del kirchnerismo, cuando la capacidad instalada del país era muy baja, cualquier instrumento para catalizar la demanda era válido pero, con el correr de los años, cuando la economía se fue recuperando, era necesario "hilar fino" sobre la economía: elegir qué sectores potenciar y subsidiar. Frente a eso, Guzmán percibía que en el último período de Cristina Kirchner se había seguido un plan que, resumidamente, consistía en potenciar todo tipo de producción e inyectar todo el tiempo estímulos a la demanda, prescindiendo del hilado fino que él pregonaba.

La política tarifaria del kirchnerismo era uno de sus ejemplos: los subsidios para mantener las tarifas planchadas eran para Guzmán uno de los principales elementos de desestabilización macroeconómica y el que él se propuso finalizar cuando asumió el cargo de ministro de Economía.

El ministro se cansa de pregonar puertas adentro de su espacio la importancia de tener las cuentas fiscales ordenadas y repite que "el equilibrio fiscal no es derecha".

Sin embargo, Cristina Kirchner pidió el alineamiento de las tarifas con los salarios, que en el presente están peor que cuando Alberto Fernández asumió, con un Salario Mínimo que araña desde abajo a la canasta de indigencia.

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