Apostó fuerte en la formación, pero le faltó contundencia

Buscó ganar desde el primer hasta el último minuto y eso le será reconocido. Otra vez Carbonero fue el mejor. No logró festejar de visitante

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Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

Si Gimnasia clasificará o no para los cuartos de final se sabrá el próximo fin de semana, pero cada mens sana ya tiene un diagnóstico hecho sobre la actuación general del equipo y, muy especialmente, un juicio de valor referido al trabajo del cuerpo técnico.

La formación que no pudo ganar como visitante en toda la fase inicial, llega a la última fecha con la obligación de derrotar al líder y una mirada de alta aceptación entre sus hinchas.

Terminó acorralando a Sarmiento contra el arco de Vicentini (la figura del local), mostró algunas imprecisiones en las entregas y no fue contundente en el momento de la definición.

Sí estuvieron claras sus intenciones. Quiso ganar y se advirtió con claridad desde la planilla del once inicial. Messera y Martini tuvieron la osadía de resignar al “villano” de la recuperación (integrante hasta ayer de la columna vertebral indiscutida) para elevar la apuesta ofensiva. Fue un gesto. Un mensaje claro de lo que iban a buscar a Junín.

Más allá de estar o no de acuerdo con la esencia táctica y estrátegica de la ambiciosa decisión, demostraron dos cosas: Que no los asusta romper estructuras tradicionales y que están dispuestos a ir en busca de las satisfacciones apostando fuerte.

Haber dejado afuera a Harrinson Mancilla significó salir a jugar sin el “nùmero cinco”, nada menos, cuando la mayoría de los entenadores se inclinan por tener dos mediocampistas centrales de características complementarias.

No consiguió lo que fue a buscar. Le faltó el gol. En el primer tiempo se notaron algunos huecos peligrosos a los costados de Víctor Ayala, aunque en líneas generales se las arregló bien compara soportar los riesgos de semejante apuesta.

Termine o no el primer semestre competitivo ante Vélez, el Lobo siente y sabe que ha encontrado en la dupla un estilo de conducción convincente que le ha dado su valorada identidad.

La gran deuda la originó lejos del Bosque. No haber festejado ni una victoria de visitante asoma como el principal déficit.

Tiene en Carbonero a un delantero bravo. Lo primero que deberá buscar en el mercado de pases es un “nueve” que aporte lo que le está faltando.

 

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