Entre las restricciones que caen y la alarma por la variante Delta

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En el mismo momento en que países como Noruega y varios estados de Estados Unidos, como Nueva York o California, celebran haber llegado al final de la pandemia y mientras numerosos países europeos abandonan las restricciones que llegaron con la crisis sanitaria al ritmo de la caída de los casos y el avance de la vacunación, aparece en el horizonte otro motivo de preocupación para el mundo: la variante Delta.

Expertos de la OMS recordaron que reducir las restricciones de salud pública o declarar una victoria prematura contra la pandemia podría contribuir a la expansión de esta variante.

Considerada más agresiva y contagiosa, la cepa Delta, que se detectó por primera vez en la India, amenaza con convertirse en la predominante en el futuro inmediato, según anticipa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Debido a su mayor capacidad de transmisión, Delta ya fue detectada en más de 70 países del mundo advirtió la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.

Los expertos coincidieron en que la situación de la pandemia aún es muy dinámica, debido a las variantes que están circulando, y afirmaron que necesitarán más datos de estudios sobre las diferentes vacunas usadas en cada país para poder determinar su eficacia contra estas nuevas cepas.

La variante delta es un sesenta por ciento más transmisible que la alfa (detectada primero en Reino Unido), que a su vez era un cincuenta por ciento más contagiosa que la cepa original.

La advertencia llega cuando numerosos países decidieron avanzar con el relajamiento de las medidas anticovid en el mundo.

Entre ellos, el Gobierno de los Países Bajos aceleró el viernes la desescalada y anunció que relajará la obligación del uso de mascarillas en espacios interiores de acceso al público y el teletrabajo, siempre que se pueda mantener la distancia social, a partir del 26 de junio, lo que supone que “casi todo vuelve a ser posible a metro y medio” de distancia.

El uso de mascarillas en espacios interiores deja de ser obligatorio en ese país, incluso en supermercados y tiendas, aunque seguirá exigiéndose, por ejemplo, en el transporte público o en los institutos, donde la distancia es más complicada. En Países Bajos nunca ha existido la obligación de usar mascarilla en exteriores.

El Gobierno austríaco, por su parte, anunció el último jueves que a partir del 1 de julio ya no será obligatorio el uso de mascarillas ni existirán restricciones de aforo en grandes eventos culturales y deportivos, siempre que a la entrada se demuestre estar vacunado, sanado o haberse sometido recientemente a un test.

Esta es una de las medidas anunciadas en una rueda de prensa por el jefe de Gobierno, Sebastian Kurz, y que incluye también la retirada del cierre obligatorio a la medianoche, lo que significa que discotecas y otros locales de ocio nocturno pueden reabrir.

También el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció al viernes que el uso de la mascarilla dejará de ser obligatorio al aire libre a partir del sábado 26 en toda España.

“Este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores, porque el próximo 26 de junio ya no llevaremos en espacios públicos mascarilla”, declaró Sánchez en un evento en Barcelona, afirmando que la medida se adoptará oficialmente en un consejo de ministros el jueves próximo.

 

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