Asamblea vecinal en la esquina del almacén con el “record” de robos

Preocupados por la inseguridad que afecta a un área que va de 19 a 25 y de 66 a 71, un grupo de 30 vecinos mantuvo una reunión en 22 y 69 para proponer medidas de resguardo. Esta semana se repite la cita

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“Acá antes tomábamos mate en la vereda. Ahora si te encuentran en la calle después de las 18 te roban seguro”, manifestó uno de los 30 vecinos que ayer por la tarde participó de la asamblea que se llevó a cabo en la esquina de 22 y 69, con el objetivo de buscar una solución conjunta a la creciente inseguridad. El lugar donde se realizó la cita no es antojadizo: fue en la puerta del almacén que es propiedad de Marcela, una de las frentistas de “toda la vida”, a quien ya asaltaron 36 veces.

En el último episodio en ese local, ocurrió el sábado pasado, mientras la dueña del mini mercado y varios clientes se encontraban adentro. Dos sujetos, cerca de las 20:30, entraron a los gritos, uno de ellos le apuntó a la comerciante y luego hizo lo mismo con las otras mujeres. Su cómplice se ocupó de agarrar el dinero de la caja y también se llevaron pertenencias de los demás.

El negocio posee 16 cámaras, pero Marcela advirtió que a los ladrones “no les interesa” quedar filmados. Aunque “ahora están tapados” por los barbijos, antes robaban “a cara limpia”. Por otro lado, aseguró que “fueron muy violentos” durante los 20 segundos que duró el atraco.

ZONA PELIGROSA

“Podríamos cortar la calle, sin quemar gomas ni causar problemas a los automovilistas, algo para llamar la atención”, proponía un vecino ayer por la tarde a poco de comenzar el encuentro. Entre todos sumaron alguna idea para que el reclamo “llegue hasta arriba”.

En principio, se esperaba contar con la presencia del titular de la comisaría quinta para las 17.30 horas. “Lo convocamos, pero dijo que lo mejor era que elevásemos una nota para que se sumen también autoridades de Provincia”, le explicó Marcela al resto.

Como conclusión, decidieron redactar un pedido formal, para entregarle al comisario y al intendente, con formularios firmados por la mayor cantidad de moradores posible.

“Vamos a poner hojas en los distintos comercios del barrio para que la gente se acerque y firme”, remarcaron. La próxima reunión tendría lugar el viernes 25, a las 17 horas. Seguidamente, preguntó quién había sido asaltado en los últimos meses, y de las 30 personas más de 10 levantaron sus manos.

“La inseguridad en el barrio es como en toda la Ciudad, pero en los últimos días recrudeció a tres hechos por día”, refirió Alejo en diálogo con este diario.

Luego resaltó que “no hay paz, de 19 a 25 y de 66 a 71 es zona liberada, a toda hora hay robos. Y cuando cae la noche se pone terrible”. Conforme señaló, “por la avenida 19 no cruzan la circunvalación, porque está lleno de cámaras. Van por la 22, los hemos visto huir por ahí, siempre para el lado de Altos de San Lorenzo”.

Ante esa circunstancia, algunos vecinos sugirieron pedir controles vehiculares en 22 y 72 y otro cruces similares. “La gente está cansada, el humor social no da para más... somos ciento y pico de vecinos todos conectados en un grupo y nos vamos enterando de todo”, reclamó Alejo.

Por otro lado, indicó que los asaltos “son cosa de todos los días: a un ciclista enfrente de mi casa, en 71 entre 21 y 22, lo dejaron en calzoncillos, por suerte no lo lastimaron; y el sábado, además del super de Marcela, robaron en la misma cuadra” mencionada.

Por su parte, Carlos contó que “desvalijaron una casa enfrente de este mercadito”, contó un vecino y agregó que “el jueves asaltaron otra casa de la misma cuadra”.

Daniela fue otra de las damnificadas que se acercó para conocer las acciones de la asamblea. “Con mi marido fuimos víctimas de una entradera en diciembre del año pasado. Cinco tipos lo abordaron mientras entraba el auto a mi casa”, situada en 69 entre 23 y 24. Los delincuentes iban en un Honda Civic blanco que recorrió una cuadra en contramano. Según recordó, “eran las 21.30” y el incidente duró “10 0 15 minutos que fueron una eternidad”.

Los hicieron arrodillarse en el piso del comedor mientras no dejaban de apuntarles a la cabeza. “Querían plata, pedían eso y les dimos todo lo que teníamos. Nos desvalijaron y lo pasamos pensando que no sobrevivíamos a esto, fue muy tensionante. Aunque la podemos contar”, manifestó.

En 22 entre 69 y 70, “la semana pasada un señor estaba por ingresar la camioneta a la cochera, pasaron dos motochorros, le apuntaron, tiraron dos veces y se la llevaron”, expresó Graciela, otras de las frentistas auto convocadas. “De milagro no le pegaron”, añadió. La mujer agregó un dato curioso: “Ahora nos enteramos que una aplicación de mensajería le avisa a los repartidores, cuando vienen, que están en una zona peligrosa. Así que te escriben antes de llegar para que tengas la plata lista. Pensar que antes se tomaba mate en la puerta”.

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