Haber sumado fue lo mejor de una primera labor muy alejada de lo que esperan los hinchas
Edición Impresa | 19 de Julio de 2021 | 05:31

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Si algo claro dejó el debut de Gimnasia fue todo lo que le falta para conformar una estructura confiable y superadora de la que supo mostrar en el torneo anterior. La modestia de Platense alcanzó, con creces, para desnudar niveles individuales muy bajos que, lógicamente, incidieron para apreciar un funcionamiento colectivo nada seductor.
Las miradas fueron coincidentes. El flojísimo primer tiempo mens sana frustró la expectativa que había por verlo en acción. Los defensores Guillermo Fratta y Francisco Gerometta (flamantes refuerzos) de ningún modo estuvieron a la altura requerida. Instalaron sensaciones preocupantes y sus fallas invitan a preguntar si ameritaba que fueran titulares en el primer partido del campeonato. ¿Por qué el apuro en ponerlos? Ninguno de los dos no sólo no superó, ni siquiera equiparó lo que venían entregando Maximiliano Coronel y Leonardo Morales, quienes empezaron la jornada observando las acciones desde el banco de suplentes. Ambas incorporaciones quedaron muy lejos de dejar una buena imagen.
En la misma línea, aunque con otro tipo de matices, Brahian Alemán también decepcionó en su rol de conductor; y el juvenil Sebastián Cocimano dejó pasar otra oportunidad de mostrarse como una alternativa interesante en el puesto de centrodelantero. El “dueño” de la camiseta número diez fue presa fácil de la marca rival. Jamás aportó lo que su equipo necesitaba. Apenas colocó una buena habilitación para Carbonero durante la primera etapa. Su salida no admite discusión. Y el fastidio que hizo notorio al abandonar el campo profundiza el concepto sobre su precaria prestación.
LA URGENCIA POR SUMAR UN GOLEADOR SIGUE INTACTA
En el repaso de otras miradas individuales, Nicolás Contín, quien viene de un primer semestre opaco y ha perdido apoyo entre los hinchas, ingresó mostrando convicción y superó con holgura lo realizado por Cocimano. De acuerdo a lo observado, en la próxima fecha el “Tanque” merece estar entre los once del inicio. De todos modos, en este caso puntual el debate de opiniones pierde fuerza porque parece inminente la llegada de un número nueve que, a priori, se adueñará del puesto.
Con el campeonato en marcha y una agenda cargada donde se destaca la importancia del próximo examen por la Copa Argentina, la identidad definitiva de la línea de ataque parece que se conocerá recién cuando el “Pulga” esté recuperado de su lesión muscular. Hay que ver cuándo podrá tener a disposición a Eric Ramírez y cómo es la evolución del problema de Johan Carbonero. Sería una pena que Gimnasia extraviara la línea de juego dinámica y con buen control de pelota que tanto entusiasmó a sus hinchas y ayudó para que la dupla fuera ratificada en el cargo.
EL LUGAR AL LADO DE MANCILLA ES UN PUESTO VACANTE
La primera función del semestre sembró dudas en varios puestos. Marcador lateral derecho, primer zaguero central, el compañero de Harrinson Mancilla y todo lo descripto en torno a Alemán y al delantero referencial, son posiciones sin dueños indiscutidos. En este contexto, Matías Pérez García (su gol fue hermoso), Nicolás Colazo y hasta Carlos Insaurralde pueden sentirse con posibilidades de luchar seriamente por integrar la estructura de los mediocampistas.
Si bien Messera y Martini declararon públicamente que “rescataron la actitud” de sus dirigidos, saben perfectamente que esta versión de rendimiento los obliga a tocar fibras autocríticas en la intimidad de Estancia Chica. Lo mejor de Gimnasia fue que empató de local con Platense. En esa frase está casi todo dicho.
Contín, de un primer semestre opaco, superó lo realizado por Cocimano
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