Cuando los niños son “daños colaterales” del delito y la violencia

Edición Impresa

Con el aumento de casos de inseguridad y violencia urbana, son cada vez más frecuentes los incidentes que involucran a menores de edad como víctimas colaterales.

El 12 de febrero pasado, en el Barrio San Martín, en la ciudad de Mendoza, una niña de 7 años murió atropellada por el conductor de un auto que, según el titular, había sido robado. Sucedió en el cruce de Gordillo y Gran Capitán, frente a la manzana E, donde Evangelina Quiroz (7) perdió la vida cuando pretendía cruzar la calle y embestida por el conductor de un VW Gol Trend de color gris que circulaba a toda velocidad. Supuestamente lo venía persiguiendo la Policía.

Tras atropellar a la nena, el acusado pretendió continuar con la fuga, pero terminó chocando contra un poste de alumbrado público.

Lejos de rendirse, el sospechoso salió corriendo y se metió en el barrio. Permaneció una semana prófugo, hasta que se entregó.

Luciano Alt, a quien toda su familia llamaba “Pichu”, tenía 6 años y estaba feliz porque iba a empezar la escuela, pero el 13 de febrero de 2016 un patrullero de la policía Bonaerense lo atropelló y mató mientras jugaba a las escondidas afuera de su casa de Villa Ballester, en el partido de San Martín.

Ocurrió un sábado por la noche, cuando festejaban su cumpleaños, y el móvil policial perdió el control y subió a la vereda, embistiendo a toda velocidad a Luciano. Lo trasladaron de urgencia al Hospital Belgrano, a donde ingresó ya sin vida.

En abril de 2019, los dos agentes que iban en la camioneta del Comando de Patrullas fueron condenados por el caso, aunque ninguno fue preso porque como les aplicaron penas menores a 3 años.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE