Reciclar cabello para “salvar el planeta”, la tendencia de los “peluqueros ecológicos”
Edición Impresa | 25 de Julio de 2021 | 03:30

En sintonía con una tendencia que viene ganando seguidores en todo el mundo, un colectivo ecologista realiza por estos días una campaña para incentivar a las peluquerías del Reino Unido a reciclar el cabello para salvar el planeta, debido a que puede ser utilizado para limpiar las mareas negras, hacer compost o producir energía. Así, al menos, lo asegura el estilista Fry Taylor, uno de los fundadores del colectivo y quien además explica cómo utilizar el pelo cortado para fabricar filtros anticontaminación.
“Se vierte agua en un depósito y se agrega aceite de motor. Luego se rellena una larga red de algodón con cabellos, que desliza después sobre la superficie del agua contaminada. Unos segundos después, esta vuelve a estar limpia. El pelo absorbe naturalmente el aceite y lo retiene”, ejemplifica.
Según los expertos, un kilo de cabello absorbe hasta 8 litros de petróleo. La idea de utilizar el pelo como filtro para limpiar la contaminación procede de Estados Unidos y se probó en todo el mundo para absorber los hidrocarburos en el mar, como en el caso de la marea negra provocada por el hundimiento de un petrolero japonés frente a la isla Mauricio en julio de 2020.
Según Taylor, los residuos producidos por el sector de la peluquería en el Reino Unido pueden llenar 50 estadios de fútbol al año y la mayor parte de ellos, incluyendo el papel de aluminio, los tubos de tinte y el 99 por ciento del cabello cortado, se envía a los vertederos.
Residuos químicos
Otro gran problema son los residuos químicos como las tinturas, los blanqueadores y las soluciones de alisado. “En la actualidad, unos 30 mil salones y 100 mil peluqueros independientes están vertiendo cantidades ingentes de peróxido de hidrógeno, amoníaco y otros productos por el desagüe”, afirma Fry.
El colectivo anima a los salones a recoger estos productos, que se envían después a una central eléctrica para producir energía. En su peluquería de Spitalfields, un barrio de moda de Londres, Adam Reed cuenta que “la sostenibilidad era algo que faltaba en la peluquería y que es fácil de integrar en nuestras operaciones diarias. Es muy sencillo, tenemos diferentes contenedores y todos están etiquetados”.
El pelo, los equipos de protección, los metales, el papel y los plásticos tienen cada uno el suyo. El salón también recicla las tinturas sobrantes. Otro uso ecológico del cabello es el compostaje, dado que el pelo es rico en nitrógeno, por lo que es un complemento ideal para el abono. Ryan Crawford, propietario de un salón en Milton Keynes, a unos 80 kilómetros al norte de Londres, y miembro del colectivo, experimentó con las verduras en su jardín. En un día soleado de julio, muestra dos brotes jóvenes de col: uno, rodeado de pelo, está intacto y el otro, plantado sin pelo, está carcomido.
“El cabello forma una barrera protectora alrededor de la base de los brotes, manteniendo a raya a babosas y caracoles”, explica Ryan, que también coloca pelo directamente en el suelo para retener la humedad, ya que “es un superalimento para la tierra”.
En un año, al menos 600 salones del Reino Unido e Irlanda se unieron al colectivo, que ya recogió unos 500 kilos de pelo que fueron utilizados para limpiar un vertido de petróleo en Irlanda del Norte, en mayo, y para las vías fluviales y el compostaje.
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