Atada y entre amenazas, en medio de un asalto en su casa, le ofrecieron chocolate
Edición Impresa | 3 de Julio de 2021 | 05:00

Hacía sólo 15 minutos que, todavía de madrugada, su pareja había salido de la casa, en Villa Elvira, para hacer el reparto de pan en su camioneta.
Su esposa, en cambio, se quedó durmiendo en esa vivienda de 604 entre 8 y 9. Así, como todos los días. Pero ayer su descanso se cortó abruptamente y de la peor manera.
Es que luego de despertarse sobresaltada al escuchar ruidos extraños, cuando su marido ya se había alejado del barrio para comenzado su rutina laboral, Marta Cuadro (45) vio de repente a cuatro sujetos con pasamontañas y barbijos que tapaban buena parte de sus rostros.
Enseguida, como la harían luego insistentemente, la banda arrancó con la exigencia de que les entregue todo el dinero de la casa.
Pero como no revelaba dónde guardaba sus ahorros, “me ataron de pies y manos con cordones de zapatillas en la cama, dejándome boca abajo, y se pusieron a revolver toda la habitación, como también lo hicieron en otros ambientes”, recordó la mujer durante la tarde de ayer.
¿ESTABAN MARCADOS?
Unas 12 horas después del asalto que le tocó afrontar cuando estaba sola en su casa, Cuadro relató en detalle a este diario la angustiante experiencia por este caso de inseguridad.
“Fue a las 6 menos cuarto de la mañana, unos 15 minutos después de que mi marido se fuera con la (Renault) Traffic a hacer el reparto de pan”, citó inicialmente la mujer.
Ese breve intervalo entre la salida de su marido y el arribo de los delincuentes, fue uno de los indicios que despertó sospechas entre las víctimas y los investigadores, en cuanto a que la banda conocería los movimientos de la pareja.
Según contó la vecina, “de entrada el jefe de la banda, que por su aspecto y su voz gruesa parecía tener algo más de 50 años, me preguntó dónde estaba la camioneta Traffic que usa mi esposa para trabajar”.
En la media hora que los maleantes permanecieron en esa finca, teniendo maniatada y aterrada a su moradora, el mismo asaltante soltó una frase que llamó poderosamente la atención de la damnificada: “Decinos dónde está la plata, así nos vamos enseguida. Sabemos que hay mucha guita acá”, según relató Cuadro sobre las palabras de uno de los delincuentes.
“DALE O TE DAMOS UN FIERRAZO”
Al no encontrar eco a sus palabras amenazantes, el cabecilla del grupo buscó incrementar la presión por el dinero. Usó otra frase que la estremeció, según recordó: “Dale, o nos das el dato de dónde está la plata o te damos un fierrazo”, precisó Cuadro sobre la amenaza.
“Enseguida se puso con sus cómplices a revisar el dormitorio y otros sectores de la casa, hasta que encontraron los ahorros nuestros de muchos años de trabajo, 100.000 pesos y 3.000 dólares”, reflejó.
Pero la mujer, todavía visiblemente afectada por lo ocurrido, aclaró que pese a la considerable cantidad de dinero que los delincuentes ya tenían en su poder, no se conformaron y se abocaron a robar todo lo que les interesó llevarse.
Detalló al respecto que “nos llevaron también dos anillos de oro, un televisor, una laptop, ropa, zapatillas nuevas y un celular”.
Al margen de esos objetos de valor, se dieron tiempo además para sustraer hasta elementos como “cosméticos, shampoo, desodorantes, dentífrico y alcohol en gel”.
La acumulación de tensiones y el miedo hicieron que la víctima irrumpiera en llanto.
Entonces, reveló, “uno de los ladrones me dio un chocolate que sacó de mi heladera y me pidió que lo comiera, que me iba a hacer bien”.
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