El piso de $150 mil de Ganancias, bajo presión

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La inflación y los incrementos que impone el nuevo techo paritario (con mejoras de entre el 40 y el 45 por ciento, según los casos) presionan sobre el piso salarial de 150.000 pesos que exime del pago del impuesto a las Ganancias a los trabajadores en relación de dependencia. Esto implica que quienes habían quedado eximidos de tributar el gravamen vuelvan a pagarlo y achiquen así el porcentaje de suba de bolsillo.

Es lo que pasa en el caso, por ejemplo, de los trabajadores bancarios o camioneros y otros que cobran por arriba del convenio, para quienes la reducción del sueldo -al pagar Ganancias- podría alcanzar hasta un 10 por ciento, según solteros y casados con o sin hijos menores.

En ese escenario, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, prometió que el Gobierno revisará “en agosto, cuando concluyan las paritarias, la evolución de los sueldos, para que ningún trabajador que quedó exento de pagar Ganancias por el piso salarial de 150.000 pesos mensuales bruto vuelva a pagar ese impuesto”.

El anuncio llegó luego de que desde distintos sindicatos reclamaron al Ejecutivo por la suba de ese piso, tal como lo habilita la nueva ley.

Es que la acelerada inflación llevó a que los 150.000 pesos brutos quedaran atrasados: cuando se proyectaron las modificaciones en Ganancias era enero, la pauta inflacionaria era del 29 por ciento y las paritarias cerraban aumentos en torno al 30 por ciento.

Ahora, la inflación anual se calcula cerca del 50 por ciento, mientras se habilitan revisiones paritarias y el propio Gobierno convalida un techo salarial del 45 por ciento.

En un caso extremo, quien hoy pacte un aumento salarial del 40 por ciento a cobrar antes de fin de año podría recibir -tras pagar Ganancias- una suba de bolsillo de apenas el 26,1 por ciento.

 

 

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