Las mujeres, frente a la pesadilla de que les impidan trabajar o estudiar
Edición Impresa | 17 de Agosto de 2021 | 01:46

Su primera noche bajo el régimen de los talibanes, Aisha Khurram, de 22 años, la pasó sin poder dormir, entre el ruido de las balas y el de los aviones que evacúan a los extranjeros del aeropuerto de Kabul, un día que no olvidará: “fue el fin del mundo”.
Khurram, que representa a la juventud afgana ante la ONU, tenía que haber concluido sus estudios en la Universidad de Kabul en los próximos meses. Pero el domingo, ella y sus compañeros no pudieron volver a entrar al campus y su futuro es incierto.
Durante 1996 y 2001, los talibanes en el gobierno impusieron una visión ultraortodoxa de la ley islámica que impedía a las mujeres estudiar o trabajar, salir de casa si no era acompañadas de un hombre de su familia y las obligaba a llevar el burka (velo integral) en público.
Las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades.
Sin embargo, la situación, sobre todo en las zonas rurales, no mejoró sustancialmente para las mujeres con la marcha de los talibanes en 2001.
Los talibanes afirmaron en varias ocasiones que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, enfatizando en los de las mujeres, pero de acuerdo a los “valores islámicos”.
Las afganas, sin embargo, miran con desconfianza esas promesas, básicamente aquellas que durante dos décadas pudieron ir a la universidad, ocuparon cargos de responsabilidad, sobre todo en política, en el periodismo e, incluso, en el poder judicial y las fuerzas de seguridad.
En las últimas 24 horas, mujeres muy conocidas en Kabul expresaron en las redes sociales su tristeza al ver su país y toda su vida destrozada a manos de los talibanes. “Empecé el día mirando las calles vacías de Kabul, horrorizada”, escribió Fawzia Koofi, militante por los derechos humanos y antigua vicepresidenta del Parlamento afgano. “La historia se repite tan rápido”.
Una imagen que se hizo viral en Twitter es la de un hombre cubriendo con pintura blanca la foto en una vidriera de una sonriente mujer en traje de boda.
Este gesto mostraría, según la pintora y fotógrafa Rada Akbar (33), que buscan “borrar a las mujeres del espacio público”, porque los talibanes no permiten la reproducción de imágenes femeninas.
Akbar es conocida por sus retratos, una reivindicación de la independencia y de la herencia de Afganistán.(AFP)
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