Quiso entrar a robar por el balcón y lo empujó: " Lo agarré de la campera y lo tiré"
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2021 | 02:09

El martes último, María Paz vivió una noche cargada de adrenalina y miedo en su casa de Villa Argüello, cuando un delincuente intentó ingresar a la morada luego de trepar hasta la segunda planta. La joven estudiante universitaria se topó con el intruso cuando buscaba meterse por el balcón que da a la calle. En un impulso defensivo, lo empujó.
La situación dejó una fuerte marca en la víctima, quien además señaló que “no tengo nada de valor. Vivo el día a día”.
Por otro lado, remarcó que en ese barrio de Berisso los hechos delictivos son frecuentes, sobre todo el robo de bicicletas. “Se las llevan de las propiedades, están robando muchas” en la zona, afirmó.
Ayer por la tarde, un poco más relajada tras el momento extremo que le tocó vivir, María Paz dialogó con este diario y señaló que estuvo muy asustada “porque una no sabe qué pueden hacer estos tipos”.
El hecho tuvo lugar cerca de las 21 horas, en un inmueble de 64 y 126. Era de noche, pero todavía había circulación de personas y vehículos.
“De hecho”, explicó la damnificada, “me sorprendió el ataque, ya que a esa hora había bastante movimiento de gente en la calle como para que se animara a entrar”, calculó.
“Salí al balcón para entrar la ropa que se estaba secando y me encuentro a este chico con la mitad del cuerpo adentro y la otra afuera”, contó. El presunto ladrón era “flaco, como de mi altura, tenía aproximadamente unos 25 o 30 años, vestía campera blanca con rayas azules en la espalda y pantalón negro”, detalló.
“No sé qué esperaba robar, porque yo soy estudiante universitaria y no tengo nada de valor”
María Paz, Víctima
En ese momento, prosiguió, “lo que me salió fue increparlo y tirarme encima de él. Lo agarré de la campera y lo tiré para la vereda”.
Como lo vio caer boca abajo, María Paz bajó a toda velocidad la escalera para cruzarse con el sujeto.
Sin embargo, no esperaba ver lo que ocurrió después: como si nada, el asaltante se incorporó y huyó de la escena a la carrera, por 64 en dirección a 127.
“Lo enganché justo queriendo meterse. Creo que se dio un buen golpe, porque cayó boca abajo”, reiteró la víctima. Cuando se pudo recuperar del encontronazo, “llamé a la Policía, pero no hicieron nada”, lamentó.
Algunos vecinos salieron a la vereda al escuchar los ruidos y gritos. En segundos, todo volvió a normalidad.
Conforme la denunciante, el barrio “suele ser tranquilo”, aunque, como se dijo, el hurto de rodados “es una constante”.
Además, compartió su experiencia con vecinos de El Mondongo debido a que “sé que por ahí están robando con la misma modalidad, por eso les dije que tengan cuidado y estén atentos”.
Por otro lado, indicó que “no sé qué esperaba robar (el malviviente que la atacó), porque yo soy estudiante universitaria y no tengo nada de valor en casa, vivo el día a día. Quizás fue al voleo, pero ni bicicleta tengo”, contó.
“Yo traté a mi manera de defenderme e intentar que no entre en mi casa”, cerró.
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