Confirman la perpetua para el ingeniero condenado por el asesinato de su expareja

Ocurrió en 2009 en Palermo. En 2016 se anuló una primera sentencia a 16 años y ahora Casación confirmó el nuevo fallo

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A casi 11 años de la desaparición de Claudia Marcela Monzón (42), la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a prisión perpetua para el ingeniero aeronáutico acusado del crimen de la mujer, que fue vista por última vez en su casa del barrio porteño de Villa del Parque en 2009 y cuyo cuerpo nunca fue hallado, informaron fuentes judiciales.

La decisión fue adoptada por la Sala I de la Cámara y recayó sobre Mauricio Daniel Severi (55), quien en el juicio oral realizado en 2012 había recibido 16 años de cárcel por el “homicidio preterintencional agravado por el vínculo” de Monzón pero en 2016 la Justicia modificó la calificación legal al considerar que se trató de un “homicidio doloso”.

Fuentes judiciales informaron que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 15 lo había condenado por mayoría a un delito menor que se aplica “al que con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionarla”, según el artículo 81, inciso b, del Código Penal.

Tras ese juicio oral, el hombre quedó en calidad de detenido y comenzó a cumplir su pena.

En tanto, en marzo de 2016 la Sala II de la Cámara de Casación anuló parcialmente la sentencia condenatoria y modificó la calificación legal del homicidio de preterintencional a doloso y agravado.

De esta manera, el 30 de septiembre de 2019 el TOC 15 condenó a Severi a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, cuya resolución fue apelada por el abogado defensor.

En tanto, la Sala I, integrada por los jueces Gustavo Bruzzone, Horacio Días y Daniel Morin, ahora rechazó el planteo de la defensa sobre la “inconstitucionalidad” de la máxima pena.

“Ninguna de las críticas que opone la defensa resultan suficientes para controvertir lo señalado por los magistrados del caso y tampoco las defensas consiguen demostrar que la norma se encuentre en el campo de lo ‘irrazonable o arbitrario’”, dijo en su voto el magistrado Morin, al que adhirieron sus colegas.

En su primera indagatoria, el imputado había dicho que aquella noche “hubo un forcejeo, ella tenía un arma y se disparó”. Esa declaración fue valorada por el tribunal, que aplicó la pena de 16 años con el voto conjunto de Adrián Martín y Héctor Grieben y la disidencia de Hugo Decaría, que quería condenarlo por otro delito y a otra pena.

En 2009, el ingeniero dijo que tiró el arma y el cuerpo, pero que no recordaba dónde, aunque podría ser Lomas de Zamora o Ezeiza, y en una segunda indagatoria, negó todo lo dicho antes.

Monzón y Severi tenían tres hijos. Debido a continuas discusiones, decidieron separarse ese año. Aunque siguieron viviendo en la misma casa, ambos comenzaron nuevas relaciones que en principio parecían no afectar la convivencia.

El 25 de septiembre de 2009, mientras Claudia hablaba por teléfono con una hermana, su esposo llegó a la casa después de una cena, ella le dijo a su familiar “te tengo que cortar” y hubo una discusión en la que él terminó matándola, según determinó la Justicia.

Durante el juicio oral que se inició en febrero de 2012, el fiscal Gustavo Gerlero consideró que el ingeniero aeronáutico ingresó por el garaje y comenzó a discutir con la mujer, ya que ella lo acusaba de haberle robado su camioneta, que había aparecido incendiada días antes del hecho.

Según dio por acreditado el funcionario judicial, la pelea fue subiendo de tono y el hombre mató a su esposa con una pistola calibre 22.

Los hijos estaban en la casa, pero dijeron no haber escuchado nada, excepto la discusión. Pero uno de los chicos, de seis años, recordó que su padre le dijo “me mandé una cagada” y él le respondió: “Boludo, me dejaste sin mamá”.

 

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