Soda Stereo: A 24 años de "Gracias Totales", la historia secreta entre Cerati y su novia platense

El 20 de Septiembre de1997 se disponían a realizar el último recital. Se cerraba una etapa signada de éxitos y llenos adrenalina que guardaban las interminables y coloridas giras de Soda Stereo.

El grupo, dueño de una popularidad como pocos en esta parte del mundo, aún no sospechaba que diez años después, encontrara un retorno tan efímero y sorprendente como fue "Me Verás Volver". Pero esa es otra historia.

Lo cierto es, que aquel día previo a la primavera, hubo soda para calmar la sed de mas de 70 mil personas reunidas en el monumental brindándole una emocionada despedida a Gustavo, Zeta y Charly...

A las 22:35 se pararon ante una multitud que se preparaba para sentir por última vez "En la ciudad de la furia". Hay momentos que el clima colectivo se densifica, donde las emociones se mezclan y es lógico que los presentes puedan sostenerse desde la música con el ánimo desbordado en el intento de hacer eterno algún instante de ese Big Bang en Buenos Aires.

El repertorio incluyó, entre otros, "Juego de seducción", "Persiana americana", "Cuando pase el temblor", "Sobre dosis de TV" para cerrar con un infinito "De música ligera" que se extendió hasta el reconocimiento final y la celebre frase "Gracias totales".

UNA NOVIA PLATENSE

No son muchos quienes conocerán una vieja historia de amor. Gustavo Cerati, líder natural de Soda Stereo, mantuvo una intensa relación con Paola Antonucci, diseñadora platense, actualmente viviendo en Los Ángeles, California. La convivencia de ambos leoninos que, durara entre fines de los 80 y principios de los 90, estuvo marcada desde las coincidencias en la estética y la creatividad.

Es mas, Paola fue fuente de inspiración para que Cerati canalizara en  "Canción animal", como "Cae el sol", dos canciones que el grupo publicara por Agosto de 1990. 

Vale recordar que se conocieron en una fiesta particular en capital federal y desde entonces Gustavo Cerati, llegaba hasta la ciudad de La Plata para visitar a quien fuera su novia, hasta que decidieran convivir en el departamento donde vivía Gustavo, situado a cuatro cuadras del estadio de River.