Con Estudiantes no hay amistosos: apoyo en Uruguay

Montevideo

Pablo Cupese

Especial desde Uruguay

Pocas ciudades fuera de Argentina pueden ser tan significativas para Estudiantes de La Plata como Montevideo. La capital uruguaya es esa donde levantó el título de la Copa Libertadores en 1968, lo encaminó en 1969 y volvió a repetir en 1970.

Es por eso que para el hincha del Pincha que su equipo juegue en la vecina orilla siempre es especial. Llenó tribunas más de una vez en torneos internacionales y esta vez no precisó de un partido de esa magnitud para que la gente lo acompañe.

“Vinimos porque a Estudiantes hay que seguirlo siempre y a todos lados”, confesó un grupo de hinchas que llegó en auto, como la gran mayoría, desde La Plata al Estadio Luis Franzini de Defensor Sporting donde en la pasada jornada se midió con San Lorenzo.

La Tribuna Punta Carretas, la principal y la que corresponde al locatario, fue la ocuparon los hinchas de Estudiantes que alentaron todo el partido casi como si estuvieran en UNO y jugando en su casa.

“Es especial porque es la Copa Bilardo”, afirmó un hincha y otro, en tono sarcástico, “porque es contra Troglio”, actual técnico del Ciclón y muy identificado con Gimnasia y Esgrima de La Plata, el rival de todas las horas.

Los primeros hinchas llegaron muy temprano ya que faltaba más de una hora cuando las camisetas albirrojas se empezaron a divisar en la puerta de ingreso del Estadio Luis Franzini.

Entre ellas, había dos que eran talle de niño y eran las que lucían Manuel y Agustín, dos niños que junto a su padre llegaron desde la capital argentina a pasar las vacaciones en Montevideo y que aprovecharon la oportunidad para ver al equipo de sus amores desde la tribuna.

A medida que las horas pasaban, los hinchas se multiplicaron y poco más de un centenar se terminó haciendo presente en el escenario del equipo violeta de Uruguay y en el que, por ejemplo, se estrenó Emanuel Beltrán, una de las incorporaciones del Pincha para esta nueva temporada.

Pero lo curioso era que en la tribuna estaba Sebastián Verón. No era el vicepresidente de Estudiantes, pero sí el hijo de Claudio, un hincha fanático de Estudiantes de La Plata desde 1968.

“No me animé a tanto y por eso no le puse Juan Sebastián, pero claro que es en homenaje a la Brujita”, confiesa Claudio que llegó a la cancha junto a Sebastián y sus dos hermanos que también comparten el amor por el Pincha.

Son de Mar del Plata, pero desde hace un año viven en Uruguay y lo hacen en Punta del Este, pero el hecho de que no se haga algo habitual poder ver a Estudiantes los llevó a venirse a la capital para poder alentar.

Tanto Claudio, como sus hijos, estaban contentos de que la tribuna estuviera tan cerca de la cancha porque es algo que no podían vivir cuando iban a ver a Estudiantes en los amistosos que disputó durante varios años en Mar del Plata.

Pero a falta de 10 minutos, llegó el colorido que faltaba: las banderas. Varias de ellas se ubicaron en una de las cabeceras del Estadio Luis Franzini y ocuparon prácticamente todo el alambrado que separa la tribuna de la cancha.

Algunos porque estaban en Uruguay, otros porque habitualmente están lejos de Estudiantes y otros simplemente porque lo acompañan a todos lados, lo cierto es que los hinchas dijeron presente y se hicieron sentir.