17 de octubre: la búsqueda de mayor espacio político en medio de la crisis y la interna
Edición Impresa | 18 de Octubre de 2022 | 04:14

Emiliano Russo
afrussso@eldia.com
“Alberto (Fernández) no tuvo la capacidad política para convocar a un gran acuerdo que nos incluyera en la discusión por la inflación y otras cuestiones de gobierno”, se sinceró un jefe gremial que fue uno de los oradores del acto con el que la CGT lanzó el Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP), con el que aspira a pelear candidaturas en 2023. Como más tarde sucedió con el grueso de los movimientos sociales oficialistas, la central obrera realizó un franco desafío a la Casa Rosada y también al kirchnerismo: ambos sectores observan que con el actual escenario de crisis, en el que se multiplican trabajadores formales e informales que no alcanzan a cubrir la canasta de pobreza, no hay lugar para que haya “una o dos lapiceras” para rubricar la estrategia electoral del Frente de Todos.
Es que tanto en el estadio de Obras Sanitarias, sede del encuentro cegetista, como en el de Laferrere, en el que UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) realizó un “Cabildo Abierto de la Militancia” que no pudo evitar la sangría de algunas organizaciones que decidieron ir a Plaza de Mayo, en ningún momento se habló de “romper el Frente” sino más bien de marcarle la cancha a los principales accionistas del FdT.
Las organizaciones sociales se dieron el gusto de combinar reclamos sectoriales con el lanzamiento de la candidatura a intendenta de La Matanza, de la “Colorada” Patricia Cubría, esposa del secretario de Economía Social, Emilio Pérsico. Ya tienen un sello propio, el Partido de los Comunes, con el que ahora desafían al actual jefe comunal, Fernándo Espinoza y a sus aliados del kirchnerismo en un distrito clave de la tercera sección electoral bonaerense. Con estas candidaturas que, se sabe podrían replicarse en otros municipios del Conurbano bajo la modalidad de “lista corta”, también presionan en la propia interna para que no se deroguen las PASO.
En ambos homenajes al Día de la Lealtad también asomó un adversario común: La Cámpora. En el mitin cegetista incluso el titular de la Juventud Sindical, Sebastián Maturano (hijo del histórico líder de La Fraternidad), se preguntó cómo la agrupación de Máximo Kirchner tenía más congresales en el PJ nacional que el grueso del movimiento obrero, que el mismísimo Juan Domingo Perón había definido como la columna vertebral del Justicialismo.
Los capitostes gremiales en todo momento “peronizaron” su discurso no sólo por la fecha que se estaba conmemorando sino porque con esa impronta buscan ingresar a la futura discusión electoral. Pero también, como dijo Andrés Rodriguez (UPCN), intentan incorporarse a la “mesa chica” de decisiones de gobierno para tratar temas como la inflación y también el necesario reacomodamiento del resto de las variables económicas. El también secretario adjunto de CGT, al igual que Gerardo Martínez (UOCRA), decidió interpelar a toda la clase política: a la oposición le advirtió que habrá resistencia “en la calle” en caso de promover una reforma laboral o una modificación de los convenios colectivos, como tímidamente había intentado el macrismo durante su fallida administración.
El otro tema que sobrevoló la concentración de la central obrera es el supuesto plan de estabilización que estudia el equipo de Sergio Massa. El ministro de Economía logró sortear las críticas de los dirigentes y se le reconoció el aumento del piso de Ganancias. Pero sí hubo veladas advertencias a la gestión de Hacienda: la defensa irrestricta de las paritarias para recomponer ingresos en contraposición de las “sumas fijas” o eventuales congelamientos de precios y salarios. Tanto el triunviro Héctor Daer como Martínez remarcaron que el movimiento obrero podría realizar un “esfuerzo” en pos de alinear variables económicas pero de ninguna manera un “sacrificio”. Los empresarios, según esta visión, deberían “ceder” un poco más y darle sentido al leit motiv que rigió el Coloquio de IDEA de la semana pasada (”Ceder para Crecer”).
Mientras, en La Matanza se multiplicaron reclamos sectoriales, proyectos de leyes frenadas en Diputados como el monotributo productivo, pero también se insistió en que la economía social sea tenida en cuenta como un actor más de la producción. Los dirigentes saben que en el fondo la clase política reniega del sector como un sujeto social a ser tenido en cuenta: hace cuatro meses atrás Cristina Kirchner, por ejemplo, la había emprendido contra quienes “tercerizan la ayuda social” y en paralelo Andrés “Cuervo Larroque” desconocía la economía popular. Por eso el paso al frente que significa para la UTEP haber oficializado candidaturas en el Conurbano, representa al mismo tiempo un intento de enfrentar futuras agresiones y defender el rol del sector en la producción y en la obra pública.
En ambos homenajes también asomó un adversario común: La Cámpora
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE