Un amor truncado por la represión en Rusia

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El ruso Artiom dibujó en una carta un enjambre de corazones con una forma parecida a una papa, un esbozo que su novia Alexandra llegó a tatuarse para reducir la distancia que lo separa de su enamorado, encarcelado por criticar el conflicto en Ucrania.

“Este se parece a un gato”, afirma su novia mientras señala uno de los corazones, que se tatuó en el brazo “para tener siempre a Artiom” en su cuerpo.

Artiom Kamardin (32) fue detenido en septiembre por un hecho aparentemente banal, pero reprimido en la Rusia de Vladimir Putin: recitar un poema contra la ofensiva militar en Ucrania.

Desde entonces, Alexandra Popova (28) se agarra a las pequeñas cosas para no hundirse en la tristeza provocada por la situación de su novio, a quien, según él, violaron con una barra de pesas durante su detención.

FUTURO QUEBRANTADO

Esta pareja -que se conoció en 2019 durante una marcha opositora- pensaba hasta hace poco que le esperaba un futuro radiante, pero sus expectativas se quebrantaron con el conflicto bélico en Ucrania y el endurecimiento del régimen en Rusia. La guerra no solo marcó a miles de familias rusas que perdieron a un hijo o un marido en el frente, sino también aquellas parejas que se separaron a causa de la movilización militar, el exilio forzado o la detención.

Artiom y Alexandra se vieron por última vez el 26 de septiembre, cuando policías encapuchados entraron en su piso y lo detuvieron. En la comisaría, según su abogado, lo golpearon y abusaron. Y lo obligaron a grabar un video difundido en internet en que pedía disculpas, una práctica corriente en algunas dictaduras, pero poco habitual en Rusia. Artiom había recitado el día antes de su detención un poema crítico con la movilización militar rusa en Ucrania durante una concentración delante de la estatua del poeta Vladimir Maiakovski en Moscú, donde suelen reunirse disidentes desde la época soviética.

 

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