Un barrio convulsionado por el hecho

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Fabiola Perea (49), es vecina de 65 entre 9 y 10, la cuadra donde el domingo por la noche un policía, que además trabaja como delivery, acribilló a dos motochorros y mató a uno de ellos.

“Estaba en casa y escuchamos claramente cinco tiros y me pareció escuchar unos gritos previos. Más tarde salimos a la calle para saber qué había pasado y y había un repartidor de Pedidos Ya, que decía ‘me quisieron robar, me quisieron robar’. Además había un joven herido en el piso, que luego supe que era uno de los dos asaltantes que estaban en moto y que tras bajarse del asiento de acompañante, hizo un ademán de sacar un arma”, refirió la mujer.

Luego señaló que “el delivery, que nos dijo ser policía, le dio la voz de alto. Pero el delincuente se le fue encima y entonces le disparó para defenderse. Era la vida de uno o del otro”.

Tras el herir de muerte al ladrón, el efectivo “estaba nervioso, como shockeado”, añadió Perea. Y reveló que “antes de querer asaltar al policía y repartidor, los mismos delincuentes venían siguiendo a una chica del barrio para también robarle. La chica corrió unos metros y cuando vio al muchacho esperando para entregar un pedido frente a un edificio de casi 9 y 65, le contó lo que estaba pasando y le pidió si podía quedarse a su lado”.

Entonces, prosiguió, “él le dijo que sí, justo doblaron con la moto los asaltantes y ella gritó ‘son ellos, son ellos’”. La frentista explicó que poco después “vino una ambulancia, pero el pibe ya estaba muerto”, al tiempo que agregó: “Al rato llegaron otros chicos del delivery de Pedidos Ya para solidarizarse con su compañero y comentaban sobre asaltos que ya sufrieron otros de ellos”.

Perea dejó en claro de que no se trató de un episodio de inseguridad aislado. Muy por el contrario, remarcó que “por el barrio roban cada dos por tres y siempre delincuentes en moto y, en menor medida, inclusive en bicicleta”.

“Ya hace bastante que viene dándose esta situación. Y además no hay horarios más peligrosos que otros; te roban tanto de día como de noche”, aseguró.

Otra vecina del barrio, Silvina (44), le contó a EL DIA que “todos escuchamos los disparos y nos asustamos bastante, no sabíamos a qué se debía, sólo que provenían de la calle”.

Al igual que la otra entrevistada, coincidió en exponer la inseguridad que castiga a esa zona y que es protagonizada principalmente por “motochorros y desde hace varios meses”.

En esa línea, manifestó que “el barrio está complicado todo el tiempo con los robos. No fue la primera ni será la última vez que pase”.

Por último, indicó que “a mí me robaron el celular justamente dos pibes que pasaron en una moto. Fue en 10 y 64, a las 6 de la tarde. Y a una chica le pasó algo similar en 65 entre 8 y 9, también en plena calle”.

 

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