River, con un Julián Álvarez demoledor, destrozó al Patrón y alcanzó la primera victoria
Edición Impresa | 17 de Febrero de 2022 | 05:01

River alcanzó anoche la primera victoria en la Copa de la Liga, al derrotar por 4-1 a Patronato, en el estadio Monumental, con una actuación descollante de su goleador, Julián Alvarez, quien marcó por triplicado y llegó a los 39 gritos en la era de Marcelo Gallardo. El restante tanto fue de Juanfer Quintero, de penal. Gabriel Gudiño, con la colaboración de Paulo Díaz, adelantó al Patrón en el primer capítulo.
River tenía la obligación de imponer su juego de entrada, sabiendo que la victoria era el resultado que necesitaba para olvidar el traspié en Santa Fe. Sin embargo, y en la primera aproximación de peligro, Patronato dio el primer golpe de la noche, al abrir el marcador a los 5 minutos, ante la mirada atónita de los hinchas.
Pelotazo largo para Gabriel Gudiño, el volante que se acomoda y saca un derechazo alto, que rebota en Paulo Díaz en el camino y descoloca a Franco Armani. Un gol que no estaba en los planes de nadie.
Después del baldazo de agua fría, River, sin perder la brújula, logró manejar la pelota con Pochettino y Simón, aunque falló en los metros finales. La más clara se produjo a los 18, con un cabezazo de Barco que Mansilla desvió al córner, después de una corrida por derecha de Santiago Simón.
Y a los 21, llegó el empate. Pelotazo largo de David Martínez a las espaldas de Cobos; Andrés Herrera que ganó perfectamente la posición (entrando por la derecha), la asistencia para la entrada de Julián Alvarez, quien la controló y definió de cabeza ante el “quedo” del arquero Matías Mansilla.
River mantuvo su libreto en la parte complementaria. Con un 4-3-3 bien definido (luego cambió al 4-3-1-2); mientras que Patronato, con el tradicional 4-2-2, se adelantó algunos metros, aunque en alerta por las contras del local. A los 2, Armani salvó la caída de su arco, después de desviar al córner un disparo a “quemarropa” de Gudiño. Pero a los 5, River apretó el acelerador, y en una jugada “sucia”, Julián Alvarez (llegó a los 39 goles en la era Gallardo) estableció la tercera conquista de la noche, después de recibir la asistencia de Tomás Pochettino.
Patronato, golpeado anímicamente, dejó de gravitar, y ya no fue tan punzante. Delfino, el técnico, decidió mover el banco para darle mayor frescura al ataque, pero ni Jonathan Herrera ni Lucas Barrios pudieron encontrar espacios para lastimar.
River después de los ‘ 20, se dio cuenta que el partido ya estaba liquidado. Por eso, Gallardo ordenó una serie de cambios, entre ellos, el ingreso de Juanfer Quintero, quien marcó el cuarto, de penal, después de un “regalito” que le hizo el árbitro.
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