IOMA y los bioquímicos, en una controversia por rechazo de análisis
Edición Impresa | 8 de Febrero de 2022 | 03:02
Las quejas de una docena de personas afiliadas a IOMA contra laboratorios que no les dieron cobertura a los análisis solicitados por sus médicos de cabecera derivó en una controversia de alcance institucional con intervención de la Federación Bioquímica bonaerense (FABA), la entidad que gestiona entre 150 y 200 mil prácticas mensuales.
Ante una comunicación pública donde la entidad estatal consideró “injustificadas y equívocas” la mayoría de las denegatorias, el presidente de la entidad profesional de la Provincia, Claudio Cova, consideró “poco feliz” esa conclusión: “No se ajusta a la realidad. Quien publicó esto no tiene información y no conoce el convenio”, que une a ambas entidades.
Todo empezó con un comunidado de la obra social en el que se señaló que “ante el aumento de reclamos –registrados en nuestras redes sociales- de nuestras afiliadas y afiliados por rechazo de prácticas y prestaciones en los laboratorios de análisis clínicos, IOMA realizó una auditoría, comprobando que la mayoría de esas denegatorias son injustificadas y equívocas”.
Tras esa conclusión se pidió “a las personas afiliadas que, ante cualquier rechazo de prácticas por parte de los laboratorios de la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires (FABA), por favor se comuniquen a dayfma.ioma@gmail.com, donde podrán adjuntar mediante una copia, la documentación correspondiente”.
Finalmente, se informó que “la autorización y validación de cada práctica de laboratorio es responsabilidad de FABA según el convenio vigente entre IOMA y esa Federación.
Cova indicó sobre este último punto que “este convenio está en funcionamiento desde 2005” y cuenta con un sistema de auditoría basado en normas que “fueron aprobadas por las agremiaciones médicas más importantes y por IOMA. Esto funciona desde 2005 a la fecha. Una vez que las normas se acuerdan empieza a funcionar. El médico hace un pedido y si no coincide con el diagnóstico, se rechaza”, dijo sobre el camino que, según sostuvo, establece ese marco para la regulación de la cobertura de las prácticas.
Desde la Federación se sostiene que actuaron según esa hoja de ruta: “El paciente va al laboratorio, (la orden) se carga en el sistema de FABA. Eso va a un cuerpo de auditoría que tiene las normas clínicas que salieron de los consensos (que dieron lugar al convenio de 2005) y en base a esas normas las prácticas que corresponden se autorizan. Si IOMA no está de acuerdo con las normas clínicas, se debe debatir en una mesa”, afirmó el presidente de la Federación.
Este último punto podría tener gravitación en la controversia. Según Cova, en los últimos años, el convenio “se flexibilizó” y se agregaron diagnósticos. Por casos, “la evaluación de los cambios de género, los pacientes post covid y los pacientes de donación de órganos. Y el presupuesto que tenemos no tuvo agregados en ninguno de esos casos”, dijo
Según consideran en la Federación, el sistema “capitado” que regula el convenio indica que dentro de un presupuesot fijo, periódico, se deben realizar las prácticas que incluye la cobertura acordada hace 17 años. Eso, en un escenario con cambios. “El convenio capitado traslada el riesgo al prestador, pero protege el recurso de la obra social. Somos flexibles pero hay reglas”, analizó.
Como otros prestadores, los bioquímicos arrastran desde el año pasado tironeos con la obra social por el ajuste de los honorarios y por los pagos.
Según indicó una fuente de IOMA, los técnicos pusieron la lupa sobre los procedimientos tras una sería de quejas que no supera la docena, registradas la semana pasada.
Según se indicó desde FABA, los laboratorios de la Provincia realizaron en diciembre, más de 8 mil transacciones diarias. “¿De esos hay rechazos? Sí ¿Son injustficados? No. Se hacen según las pautas”, insistió Cova.
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