Los temores del FMI: habla de un acuerdo de alto riesgo

El directorio del organismo aprobó el entendimiento con el Gobierno para refinanciar la deuda, pero mostró sus reparos sobre metas y objetivos. Adelantará la primera revisión

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Tras casi un año y medio de intensas negociaciones, el acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno quedó sellado con el aval del Directorio Ejecutivo del organismo que, de todos modos, alertó por el alto riesgo que implica este entendimiento. En ese sentido, el Gobierno y el FMI adelantarán un mes la primera revisión trimestral prevista.

La directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, señaló en un comunicado que el país sigue afrontando “retos excepcionales económicos y sociales, como un ingreso per cápita deprimido, niveles elevados de pobreza, una inflación persistente, una carga pesada de deuda y amortiguadores externos bajos”.

Georgieva detalló que el programa del FMI contiene políticas económicas “calibradas de forma cuidadosa”, como una consolidación fiscal sostenida y respetuosa con el crecimiento, que auguró que fortalecerá la sostenibilidad de la deuda y permitirá eliminar la financiación monetaria del déficit fiscal frente a la inflación.

Aun así alertó de que los riesgos para este programa son “excepcionalmente altos y las repercusiones económicas de la guerra en Ucrania ya se están materializando”.

En este contexto, consideró “crucial” un reajuste temprano del programa, lo que incluye la identificación y adopción de las medidas adecuadas conforme vayan siendo necesarias para lograr los objetivos.

Según el comunicado del Fondo, durante la reunión los miembros del directorio ejecutivo instaron a que se lleven a cabo “reformas estructurales” para atajar las vulnerabilidades que Argentina afronta desde hace tiempo.

Desafíos

En ese sentido, hicieron hincapié en la importancia de fortalecer el mercado de deuda en pesos y de mejorar la sostenibilidad y la eficiencia de sectores clave, como el de la energía, además de promover la inclusión laboral y de género.

Asimismo, remarcaron la necesidad de reforzar el clima de inversiones, eliminando paulatinamente las “distorsiones económicas” y proporcionando un marco regulador más predecible, y urgieron a mejorar la gobernanza, impulsando la eficiencia y transparencia del gasto público.

El arreglo incluye financiación por más de 44.000 millones de dólares, cifra equivalente a los desembolsos que recibió Argentina con el acuerdo “standby”, firmado en 2018; y se compone por el monto de los vencimientos aún pendientes previstos en aquel pacto más el monto de las amortizaciones de capital ya realizadas entre septiembre de 2021 y enero pasado.

Con los once desembolsos que reciba, Argentina afrontará los pagos hasta 2024 previstos en el programa de 2018 y el remanente se aplicará en fortalecer las reservas monetarias del Banco Central.

Déficit

El acuerdo establece una reducción gradual del déficit fiscal primario, desde el equivalente al 3 por ciento del PIB en 2021, al 2,5 por ciento este año, el 1,9 por ciento en 2023 y el 0,9 por ciento en 2024, metas que Argentina pretende alcanzar con una expansión “moderada” del gasto real.

Esta expansión debe resultar clave para que no se frene el crecimiento económico, en combinación con un fortalecimiento de la recaudación impositiva y mejoras en la administración tributaria.

Uno de los principales objetivos del programa es bajar la persistente y elevada inflación, que fue del 50,9 por ciento en 2021. Se proyecta una reducción de la tasa de inflación a un rango del 38-48 por ciento en 2022, 34-42 por ciento en 2023 y 29-37 por ciento en 2024. Pero dados los elevados índices mostrados en los dos primeros meses del año, la meta para 2022 parece imposible de alcanzar.

Argentina y el FMI acordaron que abordarán este problema mediante un abordaje múltiple. Esto incluye desde una reducción de la emisión monetaria hasta acuerdos de precios y salarios para “anclar” las expectativas.

También se adoptarán otras medidas con el objetivo final de reducir la inestabilidad cambiaria que termina impactando en la inflación.

El entendimiento prevé que la asistencia monetaria por parte del Banco Central al Tesoro pase del equivalente del 3,7 por ciento del PIB en 2021 al 1 por ciento este año, al 0,6 por ciento en 2023 y a cero en 2024.

En cuanto a las reservas, se proyectó un recorte a la asistencia del Banco Central al Tesoro hasta 1 por ciento del PBI y acumulación de reservas por USD 5.800 millones. A lo largo de todo el programa deberían sumarse unos U$S15.000 millones.

Un tema delicado es el de los subsidios y tarifas. El Gobierno llamará a una audiencia pública para presentar la nueva segmentación de tarifas. a partir de junio. “Para usuarios residenciales, los ajustes estarán guiados por la tasa de crecimiento promedio de los salarios (coeficiente de variación salarial, CVS)”, se indicó.

 

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