Bono por la inflación: de cuánto es, a quiénes está destinado y cuándo se cobra
Edición Impresa | 1 de Abril de 2022 | 02:33

Preocupado por el creciente aumento de precios que, sobre todo, golpea a los sectores más vulnerables de la sociedad, el Gobierno confirmó ayer un bono extraordinario, de al menos 6.000 pesos, para jubilados de la Anses que cobren el haber mínimo. En tanto que habrá una escala, todavía en desarrollo, para los demás.
“Va a haber un bono para jubilados. Lo están trabajando Fernanda Raverta (titular del Anses) con Martín Guzmán (ministro de Economía)”, aseguró en conferencia de prensa la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y que “los detalles con respecto al bono se están trabajando en este momento”, agregó la funcionaria, mientras trascendió que el monto del beneficio sería de, al menos, 6.000 pesos. Una cifra que podría sufrir modificaciones, teniendo en cuenta que la intención inicial era que el plus alcanzara los 8.000 pesos.
No obstante, la confirmación sobre condiciones y monto final del bono, aseguró Cerruti, se dará “en las próximas 48 horas, no más”.
“Será anunciado en las próximas horas por quienes están a cargo del tema y por el Presidente de la Nación”, adelantó la portavoz presidencial.
CUÁNDO Y QUIÉNES LO COBRAN
La compensación que, prevé pagarse en abril, se lanzará en formato de vale, ya que tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el staff detalló que “se deben evitar las subas discrecionales de las jubilaciones y pensiones ya que pueden socavar las metas fiscales y la sostenibilidad del sistema”.
De acuerdo a lo que se sabe hasta ahora, el bono para jubilados de la Anses prevé pagarse desde el próximo viernes 8 de abril, según la terminación del DNI, y a aquellos que cobren haberes desde $ 32.630,40.
Los 6.000 pesos de bono extraordinario se pagarán con los haberes del cuarto mes del año para los jubilados que cobran la mínima, que son unos 5 millones. Para el resto habrá un esquema escalonado por el que tendrán una suma extra decreciente a medida que se incrementa su nivel de ingresos jubilatorios. Además, en el abanico de posibilidades está la idea de pagar otro bono dentro de seis meses, en noviembre.
Los detalles finales, como anticipó Cerruti, los terminarán de afinar el Ministerio de Economía que encabeza Martín Guzmán junto a la directora de Anses, Fernanda Raverta.
De acuerdo con la ley de Movilidad Jubilatoria, los ajustes en las jubilaciones son trimestrales en base a la combinación en partes iguales de la evolución de la recaudación previsional y de los salarios establecida en la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
Para el trimestre diciembre 2021-febrero 2022, el ajuste fue de 12,11% y la inflación acumulada en el mismo período fue del 12,9%, según el Instituto de Estadísticas y Censos de la Argentina (Indec), con subas del 3,9% en enero y el 4,7% en febrero. Sin embargo, el segmento de alimentos y bebidas, la división de mayor incidencia en el IPC, marcó una suba de 7,5% en febrero, 2,6 puntos porcentuales por encima del registro previo y el dato más alto de la serie que inició Indec en 2016.
¿TAMBIÉN PARA PRIVADOS Y ESTATALES?
La decisión de otorgar este bono responde a las demandas de distintos sectores sociales ante el aumento de precios, flagelo que tiene entre sus principales afectados a los jubilados. Y coincide además con las restricciones que impone el acuerdo firmado con el FMI.
Pese a ello, en el Gobierno debaten también un eventual bono a empleados públicos y privados que los ponga a cubierto de la inflación de febrero (que rondará el 4,7%) y marzo, que se espera que sea mayor.
No obstante, la extensión de este ingreso extra para los empleados públicos y privados genera cortocircuitos en el gobierno de Alberto Fernández. Por caso, tanto el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, como el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, entienden que el beneficio para los privados debería surgir de las negociaciones paritarias abiertas, antes que de la Casa Rosada.
Según se supo, hay negociaciones abiertas entre el Ejecutivo, sindicalistas y empresarios, con quienes el Presidente se reunió la semana pasada.
Inquietos por la inflación y sus lacerantes efectos sobre los salarios y haberes jubilatorios, en el Gobierno estudian incluso medidas “parecidas” al IFE, el programa de 10.000 pesos que se otorgó tres veces a 9 millones de beneficiarios durante la peor etapa de la pandemia. “Hoy por hoy no hay posibilidad. Pero todo está en el menú de baja de precios y recuperación de salarios, que van de la mano”, explicaron en despachos oficiales, donde, por ahora, descartaban un beneficio como el de los jubilados para el sector privado o estatal.
Esa versión había corrido ayer luego de que en conferencia de prensa la portavoz presidencial advirtiera que el bono a los jubilados “va en el sentido de que no se retrase la jubilación con respecto de la inflación” y después de que asegurara que “se analizan todas las posibilidades para que el sueldo alcance y los trabajadores tengan una vida digna”.
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