Boca no estuvo fino en la definición y volvió a dejar puntos en el camino
Edición Impresa | 10 de Abril de 2022 | 02:10

Boca volvió a dejar puntos en el camino. Como sucedió ante Arsenal. Si bien fue superior a Vélez, sobre todo por lo realizado en el segundo tiempo, se fue masticando bronca porque el 0-0 no es el resultado que fue a buscar a Liniers. Con este punto, el Xeneize igualó la línea de Tigre en el primer puesto, aunque el Pincha puede quedarse con toda la punta esta tarde cuando reciba a los santiagueños de Central Córdoba.
Los dos equipos llegaron a este compromiso con realidades muy similares. Perdieron en el debut en la Copa Libertadores, y por ende, necesitaban de una victoria para cambiar la imagen y volver a creer en sí mismo. Vélez, tras el cachetazo en La Plata ante Estudiantes, tenía la obligación de saldar una deuda pendiente y volver a las fuentes. Y que mejor que ante Boca.
Y los de Battaglia, con la presión de revertir la pobre imagen que dejaron en las últimas dos presentaciones, no sólo por lo que ofrecieron ante Arsenal (2-2), sino también por el pobre nivel futbolístico que mostró en Colombia, en la derrota con Deportivo Cali.
Pero dentro de ese contexto, Vélez fue el que se mostró mejor desde el punto de vista colectivo. Bouzat, por la derecha, fue incontenible para Sández; Ortega se movió con inteligencia por izquierda, y Sosa Sánchez se las ingenió para complicar con el juego aéreo a Marcos Rojo y también a Gabriel Aranda.
El primer aviso fue para el local, a los 4, con un disparo de zurda del pibe Perrone, después de capitalizar un rechazo defectuoso de Aranda.
Boca fue desorden y confusión. Los volantes, con “Pol” Fernández como estandarte no hicieron pie en la mitad de la cancha. Tampoco fue solución el juvenil Cristian Medina. Por eso, no hubo un circuito de juego claro y preciso, que le permitiera abastecer a Villa y Vázquez,
Mientras tanto, Vélez seguía aprovechando la velocidad de los puntas para lastimar a los laterales (Advíncula y Sández). Y de a poco, se fue animando con disparos de corta y media distancia en procura de sorprender a Rossi.
Después de la media hora de juego, Boca comenzó a crecer en su juego. “Pol” Fernández tomó mayor contacto con la pelota, y eso posibilitó que tanto Molinas como Gabriel Vega tuvieran mayor espacio para construir jugadas. Sin embargo, a la hora de atacar, no hubo sorpresas ni llegadas que pudieran comprometer al arquero Hoyos.
La más clara del primer tiempo fue para el local. A los 42, centro de primera de Ortega, el cabezazo de Sosa Sánchez que se fue apenas desviado, después de burlar a los dos centrales de Boca.
MÁS ACTIVO, PERO SIN LASTIMAR
Boca se mostró más mucho más activo y preciso en el comienzo de la segunda parte. El ingreso del paraguayo Oscar Romero (por Molinas) le dio otra frescura al mediocampo, donde pudo marcar diferencias.
A raíz de ello, crecieron los trabajos de Vega y Medina; “Pol” Fernández encontró más espacios y por ende, Villa logró manejarse con mayor soltura por la franja izquierda, consiguiendo dos desbordes importantes que le generaron un llamado de alerta a la defensa velezana.
De a poco, Boca se fue imponiendo en el campo de juego. No solo por lo que le aportó el paraguayo Romero, sino también por lo que entregó Juan Ramírez y Varela, que saltaron a la cancha desde el banco para darle otro andar al equipo. También fue importante el crecimiento futbolístico del colombiano Villa, una verdadera pesadilla con su velocidad y partícipe de la jugada más clara para Boca (tapó Hoyos, la figura de la noche, en el mano a mano).
Vélez recién llegó con peligro a los 27, con un cabezazo de Garayalde, a la salida de un tiro libre, que respondió con solvencia Rossi. Y una jugada polémica (no consultaron al VAR) por una supuesta mano de Rojo dentro del área. Boca, no obstante, siguió aprovechando los espacios y la velocidad de Villa para lastimar. Y en dos ocasiones, Hoyos volvió a salvar la caída de su arco.
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