Hilda Bernard: adiós a la villana más querida de la televisión

A los 101 años, la actriz que entretuvo al país con sus roles malévolos y que fue estrella del radioteatro falleció ayer

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Todos conocen su rostro: Hilda Bernard, emblemática actriz que se fue de gira por última vez ayer, con 101 años y tras haber sobrevivido al COVID, fue sinónimo de la telenovela a lo largo de las décadas, parte indeleble del paisaje televisivo argentino, con una carrera que se extendió durante casi 80 años y que excedió sus títulos más recordados con trabajos memorables y premiados en radio, cine y teatro.

La actriz que nació en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, el 29 de octubre de 1920, de ancestros ingleses, belgas y austríacos, e inició muy joven su carrera actoral: es la asociada número 26 de la Asociación de Actores, registrada en 1942, con solo 22 años. Desde entonces, fue reconocida con innumerables lauros en una carrera cargada de sucesos, entre los que se distinguen el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable en 1994 -entregado en forma conjunta por el Senado de la Nación y la Asociación de Actores-, en 2010 fue reconocida con el premio María Guerrero a la Trayectoria, en 2014 declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en 2015 le otorgaron el Martín Fierro a la Trayectoria.

La rica trayectoria interpretativa de Bernard la ubica en ambos extremos del camino brillando en radioteatros de los ‘40 y componiendo malísimas villanas en telenovelas de la década del 90. En medio de ese andar que nunca pasó inadvertido, la actriz se ganó un lugar de reconocimiento en los escenarios teatrales y tomó parte en una veintena de filmes entre 1951 y 2010.

En sus inicios, con una de las mejores voces del medio, que la hizo estrella de la radio en la década de 1940, formó en Radio El Mundo una imborrable dupla con Oscar Casco.

Instalada de joven en Buenos Aires, estudió en el entonces Conservatorio Nacional de Arte Dramático, donde tuvo como maestro a Antonio Cunill Cabanellas y compartió las aulas con María Rosa Gallo; en 1941 debutó en el escenario del Cervantes en una versión de “Martín Fierro”, con un papel de vendedora de empanadas que ganó por concurso.

A partir de entonces comenzó a acaparar los roles de lo que se llamaba “damita joven”, una categoría muy codiciada. Su primera gran popularidad residió en aquellos programas, con Casco, Eduardo Rudy y Fernando Siro en El Mundo; a principios de los 50 estuvo en Radio Splendid como primera figura de un ciclo libretado por Nené Cascallar -“Mi esposa se quiere casar”, con Nydia Reinal y también con Casco- y regresó a su emisora madre con títulos como “No quiero vivir así” y “Alguien para querer”.

Brilló también sobre tablas y en la pantalla grande (incluso trabajó en una película con Faye Dunaway, “La sombra de Jennifer”), pero Bernard, que se casó dos veces y fue madre de Patricia, brilló sobre todo en televisión, medio al que llegó en la década de 1960, cuando la importancia del radioteatro comenzaba a amainar. Apareció en programas como “Romeo y... Raquel!!!”, con Atilio Marinelli, seguido, entre otros por “Mujeres en presidio”, “Lo mejor de nuestra vida… nuestros hijos”, “Muchacha italiana viene a casarse”, “Malevo”, “Alta comedia”.

Ya mayor, se la siguió admirando gracias a recordados roles malévolos que asumió en “Antonella”, “Soy Gina”, “Chiquititas”, “Los simuladores”, “Tiempofinal”, “Rebelde Way”, “Floricienta”, “La niñera”, “Los exitosos Pells”, “Lo que el tiempo nos dejó” e “Historias de la primera vez”. En ese tiempo, se convirtió en la villana favorita de todos los argentinos.

LOS ADIOSES

Artistas como José María Muscari, Alejo García Pintos y Viviana Saccone, entidades como la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai) y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y hasta Chacarita Juniors, club del que era simpatizante, expresaron dolor y admiración por la muerte de la actriz.

“Chau mi adorada Genia. Siempre en mi corazón, el cielo te espera”, escribió Muscari en su cuenta de Twitter, misma red social donde Georgina Barbarossa la despidió con corazones rojos y la frase “Hilda querida” y en la que Saccone puso un corazón roto y expresó: “Querida Hilda. Abrazo fuerte a toda su familia y amigos”.

El actor Alejo García Pintos compartió el comunicado de la Asociación Argentina de Actores que informó sobre el fallecimiento de la artista a sus 101 años y escribió: “¡Adiós, Hilda, adorada! Siempre sonriendo y alentando a todos. Siempre generosa. Siempre, Hilda” y su colega Federico D’Elia, recordó. “Trabajé con ella en un par de ocasiones, siendo ya una señora muy grande, y siempre me impactó su bonhomía, la voy a recordar siempre con una sonrisa”.

 

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