“El camino eterno”: buscando la noche estrellada perfecta
Edición Impresa | 6 de Abril de 2022 | 02:53

El astrofotógrafo guatemalteco Sergio Montúfar Codoñer recorre el mundo, en busca de algo quizás inasible: la foto perfecta del cielo estrellado. Y a sus viajes se sumó durante algunas temporadas el cineasta platense Hernán Moyano. Lo siguió por parques nacionales, observatorios remotos y parajes oscuros, retratando en el camino los cielos de Montúfar y también al astrofotógrafo mismo en su inagotable persecución de la noche estrellada perfecta: el resultado es “El camino eterno”, documental sobre los cielos producido del Planetario Ciudad de La Plata y proyectado inicialmente en todo el mundo en formato fulldome (es decir, en los domos inmersivos de los planetarios), que se estrena mañana en la porteña sala Gaumont en una versión adaptada para cines tradicionales que llegará al Cine Select de La Plata el 21 de abril.
El documental, que debe su nombre a que los guaraníes nombraban a la Vía Láctea como Tape Cue (el camino eterno), sigue a Montúfar Codoñer, líder internacional dedicado a la conservación de los cielos nocturnos a través del proyecto Pinceladas Nocturnas, mientras se aleja de las ciudades y recorre un camino que lo lleva hacia los telescopios más importantes de la Argentina: los observatorios astronómicos de La Plata y de Córdoba, el observatorio Félix Aguilar y el Complejo Astronómico El Leoncito (ambos de San Juan). La travesía, en la que descubre que está embarcado en una búsqueda colectiva que involucra también a investigadores, ingenieros, informáticos, mecánicos y muchos más apasionados del cielo, abarca cinco provincias, un eclipse de Sol en la Patagonia, el ingreso a una reserva natural cerrada y otras aventuras que Moyano confiesa, en diálogo con EL DIA, no imaginó cuando le propusieron realizar la película.
La propuesta nació del Planetario: Moyano ya trabajaba en la creación de otra obra fulldome para el observatorio platense, “Belisario” (el ratoncito animado que recorre en una máquina del tiempo hitos de la historia de la astronáutica argentina, y que quedó atrapado en la pandemia: “Se cayeron los financiamientos para los episodios 2 y 3”, protagonizados ahora por una pandilla de ratones, cuenta Moyano, que espera nuevos interesados mientras evalúa “hacer derivaciones para formatos más tradicionales” de Belisario), cuando Pablo Santamaría, coordinador del área de producción audiovisual del Planetario, le acercó junto a Martín Schwartz la idea de “El camino eterno”.
Película de guerrilla
Si bien la idea original abarcaba varios países, el presupuesto acotado convirtió al documental rápidamente en una propuesta para valientes: el equipo estaba compuesto de cuatro personas, y solo dos de ellos, Moyano y Montúfar, estarían encargados de la parte técnica.
El cineasta local, que espera el estreno de “Mete miedo”, de Néstor Sánchez Sotelo, de la cual escribió el guión, entendió que “lo tenía que hacer alguien que conociera la guerrilla”, y terminó “dirigiendo, coescribiendo, montando y haciendo la fotografía” mientras se familiarizaba con el formato fulldome y filmaba por duplicado: la película, pensada para domos, también preveía esta versión para pantalla de cine, por lo que “teníamos que hacer las dos versiones de la película: teníamos que filmar a la vez el mismo plano para dos formatos distintos, con dos lentes distintos, dos composiciones distintas”.
Las preguntas en torno a cómo filmar, de noche, dos planos en simultáneo, uno de ellos en un formato novedoso, surgían constantemente y debían responderse en el campo. “Y sin dormir demasiado”, acota Moyano: “Fue un rodaje muy cansador, teníamos que filmar de día y de noche. Por ahí, para hacer un timelapse de 10 segundos había que estar cuatro horas a la intemperie, de noche. Y a la vez había que hacer timelapse de día… así que nos turnamos para dormir”, cuenta el director. En aquellas largas noches a la intemperie, recuerda, Montúfar y él discutían sobre los planos, con el astrofotógrafo acostumbrado a su forma de encuadrar, su mirada, y Moyano impulsando su mirada. “Hablábamos mucho, porque pasábamos las noches juntos, y en la penumbra total”, ya que no se puede utilizar iluminación alrededor de los telescopios en funcionamiento, cuenta Moyano.
“La primera vez que salimos del campamento y vimos la Vía Láctea, me asusté, parecía un monstruo”
Hernán Moyano, director de “El camino eterno”
Y “en lugares peligrosos”, agrega, “donde había avistamientos de pumas, víboras, viudas negras, alacranes: cada vez que nos íbamos a cambiar, a dormir, teníamos que revisar todo. La verdad daba un poco de miedo, por momentos estábamos rodeados de oscuridad, no sabíamos dónde pisábamos, no sabíamos qué había alrededor”.
Pero alejarse de la civilización le permitió a Moyano, director de “Habitación para turistas” y desarrollador del proyecto “Línea paranormal”, que publicará su segundo libro próximamente, ver al gigante: “Ver la Vía Láctea alrededor de esa oscuridad es algo que no había experimentado: la primera vez que salimos del campamento y vimos la Vía Láctea, me asusté, parecía un monstruo”, cuenta, y recuerda que se sentía “como el Capitán Kirk” frente al Señor Spock que eran sus compañeros de aventura, Montúfar y los astrónomos. “Yo era el nene que preguntaba todo, era la primera vez que veía eso, así que ellos me iban explicando las constelaciones, las estrellas. Y yo quería filmar todo, me hacía acordar a cuando era un chico, a ver las estrellas, a ver luciérnagas, esa sensación que ya no se tiene en la ciudad”.
Ese mundo nuevo, “esa rutina diferente, dormir de día, ver el telescopio más grande del mundo, estar en una reserva natural para la que los astrónomos tienen que sacar turno y por ahí esperan años para ir”, dice Moyano, “esa es la parte más divertida de este trabajo”.
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