Qué pasaría si Europa prohíbe el petróleo ruso

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La comisión ejecutiva de la Unión Europea (UE) ha propuesto poner fin gradualmente a las importaciones de petróleo ruso en un plazo de seis meses. Es parte de la lucha de Europa para dejar de pagarle a Rusia 850 millones de dólares diarios por su energía y golpear las finanzas del Kremlin debido a su invasión de Ucrania.

Pero revertir décadas de dependencia del petróleo y gas natural de Rusia no es una cuestión sencilla para el bloque de 27 naciones. Por un lado, Hungría dice que no se sumará al boicot, mientras que Eslovaquia y la República Checa buscan un período de transición de varios años. Ninguno de estos países tiene acceso al mar y los tres son grandes consumidores de petróleo ruso.

Los suministros de gas y petróleo han seguido fluyendo incluso mientras los gobiernos condenan la guerra. La UE le paga diariamente a Rusia 450 millones de dólares por petróleo y otros 400 millones al día por gas natural, según los cálculos de analistas del centro de investigación Bruegel, con sede en Bruselas.

Eso significa que los ingresos por energía están fortaleciendo el presupuesto del Kremlin, sumándose a las reservas de divisas extranjeras que podrían ayudar a Moscú a apuntalar al rublo y compensar parcialmente las sanciones de Occidente que congelaron buena parte de las reservas de divisas extranjeras que posee Rusia en el extranjero.

Europa es el mayor comprador de crudo ruso, y en 2020 recibió 138 millones de toneladas de las 260 millones de toneladas que exportó Rusia, es decir el 53 por ciento, según la Revisión Estadística de Energía Mundial de British Petroleum (BP). Europa, que importa casi todo su crudo, satisface una cuarta parte de sus necesidades con petróleo ruso.

El petróleo se refina con el fin de producir combustible para calefacción y vehículos, además de ser una materia prima en la industria.

Es más difícil encontrar fuentes alternas de gas natural debido a que llega principalmente por gasoductos. Sería más sencillo encontrar otras fuentes de petróleo, el cual se traslada principalmente en buques cisterna y se comercia a nivel global. Así que un boicot al gas natural no está a discusión por el momento. Los principales consumidores de gas, como Alemania, aseguran que un cese inmediato podría costar muchos empleos.

Prohibir las importaciones de gas natural y petróleo ruso posiblemente causaría una recesión en Europa, que importaba 3,8 millones de barriles de petróleo diarios de Rusia antes de la guerra. En teoría, Europa podría reemplazar esos barriles con proveedores de Medio Oriente, que exporta principalmente al mercado asiático, al igual que de Estados Unidos, Latinoamérica y África. En tanto, el petróleo ruso, más barato, podría conquistar el mercado asiático que ahora consume crudo de Medio Oriente.

Es posible que los precios del crudo aumenten para todos debido a que el petróleo es un producto global. El precio del barril podría llegar a 130 dólares a fin de año. (AP)

 

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