El pacto entre países de América para enfrentar el desafío de las migraciones

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El pacto migratorio alcanzado en la llamada “Declaración de Los Angeles”, que sienta los parámetros a seguir por los países que están recibiendo un gran número de migrantes y refugiados, es considerado el mayor logro de la reciente Cumbre de las Américas, al fijarse vías legales para entrar a los países, ayudas a las comunidades más afectadas por la migración, una gestión humana de las fronteras y respuestas de emergencia coordinadas, según se destacó.

El documento alude, por cierto, a uno de los desafíos planetarios más álgidos, ya que el obligado movimiento de poblaciones traduce, en la mayoría de las ocasiones, verdaderas tragedias humanitarias, en situaciones que constituyen un desafío para las estructuras nacionales que reciben a millones de migrantes.

Más allá de las fuertes diferencias que caracterizaron al encuentro en Los Ángeles, se consideró valioso el compromiso contraído por los líderes que sellaron el acuerdo, desde la Argentina, en el sur del continente, hasta Canadá, en el Norte.

Si bien las estadísticas sobre emigrantes e inmigrantes resultan relativas por cuanto las variaciones son permanentes, datos consistentes obtenidos en 2020 señalaron que en ese año México se posicionó como el país de América Latina con el mayor número de emigrantes internacionales, con casi 11,2 millones de personas.

En esa ocasión, Venezuela y Colombia ocuparon el segundo y tercer lugar, con más de cinco y tres millones, respectivamente. Por su parte, Haití es el país caribeño donde más personas han emigrado, rozando los 1,8 millones de ciudadanos con residencia en el exterior en 2020.

En el orden mundial, un reciente estudio de las Naciones Unidas determinó que Europa y los Estados Unidos son las regiones que más migrantes reciben; y que la India, México, China y Rusia, son los países que más personas abandonan. La mayoría de los intercambios se produce dentro de las mismas regiones o continentes. Los hombres migran ligeramente más que las mujeres.

Entre otras cláusulas se determinó que Costa Rica extenderá protecciones para cubanos, nicaragüenses y venezolanos que llegaron a su territorio antes de marzo de 2020. México agregará visas de trabajadores temporales hasta para 20.000 guatemaltecos al año. A su vez, Estados Unidos se compromete a otorgar 314 millones de dólares para ayudar a los países que acogen a refugiados y migrantes y está reanudando o ampliando los esfuerzos para reunir a las familias haitianas y cubanas. En tanto, Belice regularizará a los migrantes centroamericanos y caribeños. Por su parte, Colombia y Ecuador fueron reconocidos por acoger gran parte de los seis millones de personas que se han marchado de Venezuela en los últimos años.

“Este es un desafío hemisférico”, dijo uno de los intervinientes en la cumbre, que destacó a Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica por recibir a una gran cantidad de migrantes. Frente a desplazamientos de grandes cantidades de personas, en procesos que suelen resultar desordenados y que por ello pueden generar mayores riesgos para hombres y mujeres de toda edad, no puede menos que valorarse la decisión de los países americanos de establecer reglas destinadas a evitar mayores males a quienes, obligadamente muchas veces, deciden buscar otras fronteras.

 

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