Perpetua para los dos expolicías acusados de matar a Jorge Gutiérrez
Edición Impresa | 2 de Junio de 2022 | 03:31

Más de 27 años tuvieron que pasar para que la familia de Jorge Gutiérrez encontrara justicia. El subcomisario fue asesinado en 1994 por dos expolicías que ayer fueron condenados a la pena de prisión perpetua.
La Sala A de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata declaró culpables a Alejandro Santillán como autor material del homicidio y, por mayoría, Francisco Mostajo fue considerado como partícipe necesario en el hecho.
El fiscal de juicio, Martín Chiorazzi, ya había dado por probado en la audiencia previa (en base al relato de testigos y pruebas documentales) que uno de los acusados fue el que efectuó el disparo por la espalda, a traición, mientras que el otro distraía a la víctima.
Para el funcionario judicial se trató de un homicidio alevoso. Como agravantes de la pena valoró la extensión del daño causado a la familia, que llevó el caso a estrados internacionales, el cual terminó en una condena para el Estado nacional por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Además, el fiscal señaló la pluralidad de sujetos intervinientes para asegurar el resultado y que la ejecución fue de noche, en un transporte público, lo que facilitó la huida de los criminales.
Al excabo Alejandro Santillán también se le computó como agravante su condición de personal policial de la Federal.
Durante todo el juicio los acusados se mantuvieron ocultos en una oficina lindera a la sala de audiencias.
El caso
Jorge Gutiérrez, hermano del ex intendente de Quilmes y sindicalista de la UOM, trabajaba en la comisaría segunda de Avellaneda, que en ese entonces lindaba con un predio que era utilizado como depósito de los vehículos.
Producto de las privatizaciones en el control del comercio exterior que impulsó el gobierno de Carlos Saúl Menem, se crearon, a partir de 1992, cientos de empresas importadoras que funcionaban como depósitos fiscales, en el marco de lo que se denominó como la “Aduana Paralela”.
En el extenso expediente consta que el subcomisario “vio movimientos extraños”, realizó algunas indagaciones y se enteró que el predio era custodiado por efectivos de una empresa de seguridad privada al mando de la Federal.
De acuerdo a los testimonios comprendidos en la instrucción del caso llevado a cabo por el juez Guillermo Atencio, al oficial de la bonaerense lo asesinó otro policía, arriba de una formación del Tren Roca, el 29 de agosto de 1994.
Es por ello que el principal sospechoso de haber efectuado el disparo era el excabo Santillán, quien había estado secundado por Mostajo, efectivo de la Bonaerense. Ambos trabajaban como policías ferroviarios, y fueron reconocidos por Alejandra Chumbita, una pasajera, y David Silva, un vendedor ambulante.
Luego del fallido juicio realizado en 1996, la Corte Suprema bonaerense resolvió que el caso sea juzgado nuevamente, al considerar que en el proceso existieron “numerosas irregularidades”.
Durante los alegatos, ambos imputados hicieron uso de su derecho a decir unas últimas palabras, y los dos coincidieron en declararse como “inocentes” del crimen.
Finalmente, el autor y el partícipe necesario fueron condenados a prisión perpetua. Los fundamentos se darán a conocer en los próximos días.
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