VIDEO. Estudiantes tendría que haber seguido disfrutando de Zapiola

¿Por qué decidió sacarlo el Ruso? Era el que aportaba una faceta tan distinta como seductora. Tenía todo para ganar y terminó fastidioso

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Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

Después de jugar un buen primer tiempo, de facturar dos goles de destacada elaboración y de haber prolongado los ecos festivos por la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores, el León del Ruso empezó flojo el complemento y permitió el crecimiento de un rival que le terminó haciendo daño.

Tenía todo para ganar y terminó el finde fastidioso por los dos puntos que resignó como local.

Entre varias aristas que quedaron flotando para el comentario popular, la temprana e incomprensible salida de quien estaba siendo la figura albirroja fue la que más llamó la atención. ¿Lo vio cansado? ¿Continúa con la idea de seguir llevándolo de a poco? ¿Acaso lo quiso cuidar? ¿o el motivo fue darle minutos a Rollheiser?

Con ninguna opción Zapiola debió salir tan temprano, cuando el partido no estaba resuelto y ganaba sólo por un gol.

El pibe de Magdalena ya personifica la más grata aparición, distinguida por cierto, de los últimos años. Su fútbol ya es titular. En la Liga local y en la Copa.

Castro está otra vez “encendido”. Con su poder de gol cuesta encasillarlo como un mediocampista

 

Quizás con él en cancha Central Córdoba también lo empataba, o no. ¿De qué sirve ahora esa incógnita? Únicamente para engordar la bronca de los hinchas.

ATRACTIVO PRIMER TIEMPO, CON TRES GOLES Y DOMINIO ALBIRROJO

De entrada, los dos equipos demostraron que querían atacar, aunque Estudiantes supo concretar lo que los santiagueños insinuaron.

Ese capítulo resumió lo mejor del Pincha, con Zapiola iluminado en el desequilibrio por el mandato de su gambeta recostada sobre la banda izquierda, con Manuel Castro otra vez “encendido”, pisando de modo tan convincente el área que cuesta rotularlo como mediocampista, y con Leandro Díaz útil y necesario siempre para exigir a cualquier defensa que pretenda neutralizarlo.

Después del entretiempo, las cosas cambiaron. A Estudiantes se le apagaron algunas luces, bajó la intensidad, otorgó ventajas en la marca y Central Córdoba se sintió con fuerzas para ir en busca de lo que terminó consiguiendo.

El tramo final volvió a mostrar a un León hambriento y decidido, pero no siempre un equipo gana cuando se lo propone con convicción. Cuando Tello pitó el final. Los visitantes sintieron satisfacción y el local, ese sabor a poco que esconde algunos reproches.

El sueño grande frena quejas e invita a resaltar lo bueno. Zapiola ya no es un chico tierno que está verde. Es un naipe esencial. El equipo tendría que haber seguido disfrutándolo.

 

 

 

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