Hace rato que no juega bien y la preocupación es entendible
Edición Impresa | 14 de Julio de 2022 | 05:08

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Desnudo de la actitud tan combativa como innegociable de su oponente, Estudiantes se quedó, con justicia, otra vez afuera de una competencia que le suele provocar fuertes dolores de cabeza.
Con oficio, determinación, enjundia y un juego tan sencillo como eficaz, la formación alternativa de quien desespera por regresar cuanto antes a Primera fue demasiado para un Pincha vacío de contenido.
una pregunta repetida que causa bronca entre sus hinchas
¿Por qué el León del Ruso expone en la Copa Libertadores virtudes que luego extravía de manera brusca en la competencia local?
¿Le falta motivación? ¿Cuál es la razón para verlo tan bravo en el máximo nivel continental y arrastrando un nivel penoso al enfrentar a los suplentes de un equipo que, por más grande que sea, hoy milita en la segunda categoría del fútbol nacional.
No se ha escuchado todavía una explicación convincente. Estudiantes, que hoy está con reales posibilidades de alcanzar las semifinales de la Copa, debiera cuestionarse de modo severo la precaria prestación que ayer plasmó en la cancha de Unión de Santa Fe.
En ningún momento se advirtió la diferencia de categoría (a favor de los albirrojos) con la formación alternativa definida por el DT Guillermo Farré.
podía quedar eliminado, pero debió dejar una mejor imagen
Joaquín Susvielles, figura y goleador del encuentro, encontró varias veces la manera de acercarse al gol. Si no hubiera sido por las buenas intervenciones de Andújar, habría festejado varias veces.
De todas las carencias que mostró el Pincha, la de un conductor es recurrente y muy evidente. Esta vez, Franco Zapiola cayó como presa fácil ante la marca Pirata y quedó lejísimo del gran nivel que venía mostrando.
En una formación donde nadie se destacó Estudiantes quedó expuesto como equipo. Así no puede jugar quien ya tiene una identidad construida y sabe cuál es el camino que más le conviene transitar.
Una profunda autocrítica (cuestionar públicamente al árbitro Darío Herrera por haber sancionado el evitable penal que cometió Emmanuel Más claramente no lo es) debe darse puertas hacia adentro. Lo que tienen que tener muy claro los jugadores, y muy especialmente el director técnico, es que si le tocara quedar eliminado frente a Paranaense los mismos que hoy encuentran excusas para justificar lo que se observó con tanta claridad, serán los primeros en reclamar castigos ejemplificadores.
Si Estudiantes no diagnóstica con crudeza la actual coyuntura, se expondrá a consecuencias nada saludables.
Como jugó ante Belgrano no debiera repetirlo. La preocupación oficia como un síntoma de indispensable responsabilidad.
Nadie jugó bien en el León del Ruso. Con oficio y convicción Belgrano lo eliminó dejándolo expuesto
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