VIDEO. Perdido en la neblina, fue una sombra y volvió a caer

El equipo de Zielinski no hizo pie en La Bombonera y cayó con justicia 3-1 ante Boca. Fernández, Rojo y Villa, las conquistas del Xeneize, antes del descuento final de Morel

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

Estudiantes retrocedió varios casilleros en su construcción personal de cara a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América. Luego de aquella reacción necesaria ante Barracas Central del miércoles pasado en UNO, con victoria y buen rendimientos incluidos, el equipo de Ricardo Zielinski fue una sombra en La Bombonera, donde cayó con Boca 3-1, aunque la diferencia pudo ser mayor.

Estudiantes perdió cuatro de los cinco partidos que jugó en condición de visitante

 

Guillermo Fernández marcó el primero del Xeneize, a los 9m. del PT, dentro de una jugada que requirió de la intervención del VAR por una posición de Luis Vázquez que dejó dudas. Marcos Rojo puso el segundo, a los 12m. del ST, en tanto que Sebastián Villa decretó el tercero, a los 22m., con una gran definición por arriba de Andújar. Jorge Morel, a los 31m. del complemento, marcó de cabeza el descuento para el definitivo 1-3.

ESPECTADOR DE LUJO

Los primeros minutos se vio a un Estudiantes más espectador que partícipe. Bastante lejos de aquel que nunca le dejó tener la pelota a Barracas Central, y que lo corrió desde un extremo de la cancha al otro para romper con una racha de partidos sin victorias que debía romper. Esa urgencia que supo tener frente al Guapo ante su gente, ayer no estuvo para nada presente en el Alberto J. Armando.

Desde los pies de un Alan Varela al que el Pincha nunca le encontró la vuelta, Boca estuvo siempre cómodo en las transiciones. Y así llegó la apertura del marcador, en apenas nueve minutos disputados.

Con centro primero de izquierda a derecha y luego al revés, con un local mucho más incisivo ante un León que repitió errores habituales (como el descubierto a la espalda de Emmanuel Mas), el equipo de Hugo Ibarra llegó al primero.

El festejo grupal de Boca. que se aprovechó de un Estudiantes sin ningún tipo de reacción / Fotobaires

Tras un cabezazo que no llegó a destino, Luis Vázquez fue más rápido y más fuerte que Manuel Castro. El juvenil Xeneize ganó el mano a mano ante el uruguayo, y con tiempo y espacio le puso una pelota soñada a Pol Fernández. Definición excelsa del mediocampista, sorprendentemente solo en la puerta del área chica, y nada que hacer para Mariano Andújar, otra vez víctima de los desajustes defensivos.

A partir de ese primer golpe, Estudiantes reaccionó y peleó más el trámite. El equipo del Ruso creció en la presión y en el roce y se plantó de otra manera ante un Boca que lejos está del de sus etapas de gloria.

El intercambio de los mediocampistas, con Castro a la izquierda y Benjamín Rollheiser a la derecha, le dio otro aire al Pincha, que pudo hacerse un poco más de la pelota, pero sin generar peligro concreto al arco defendido por Agustín Rossi.

Lo cierto es que el once que jugó ayer es uno con la redonda en sus pies y otro completamente distinto al momento de tener que recuperarla. Si la tiene, puede lastimar. Si no la tiene, le cuesta muchísimo hacerse de ella, algo que sufrió anoche.

OTRA SIESTA, Y A PAGAR

En el complemento, y luego de solo cinco minutos de tenencia absoluta de la pelota que terminaron con remate de Leandro Díaz desde afuera del área, el Pincha volvió a la intrascendencia del inicio del partido. Y Boca se lo hizo pagar.

Primero desde el juego aéreo, algo que suele dominar Estudiantes con su zaga central titular, y también desde la pelota parada, de la cual se aprovechó el local para un 2-0 que le bajó el telón a un pleito que nunca fue tal.

Tras un tiro libre y otra vez antes del cuarto de hora luego del descanso, esta vez fue Marcos Rojo quien firmó la Ley de Ex. A los 12m., el ahora capitán Xeneize aprovechó un despeje corto de Lollo y ensayó un tremendo remate que se clavó violentamente en el ángulo de Andújar. Otro disparo imposible, servido más por impericia propia que por virtud ajena y un nuevo gol en su valla.

Para colmo de males, con el partido ya roto, Sebastián Villa coronó un gran pase entre líneas de Oscar Romero para el 3-0 que parecía encaminarse a más decepciones.

Sin embargo, con un poco de orgullo y un poco menos de fútbol, Estudiantes llegó al descuento tras varias cabezazos en el área y una definición de Morel ante Agustín Rossi ya vencido.

Con la sensación de que con algo más el León podría haber hecho mucho más frente a un Boca sin grandes luces, Hernán Mastrángelo le puso punto final a una noche que sólo sirvió para acrecentar la cantidad de años sin ganar en La Bombonera. Ahora pasarán a ser 15.

 

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