¿Banalización o nuevas formas de aprendizaje?

Edición Impresa

TikTok se ha posicionado como un red social para instalar hábitos lectores en las nuevas generaciones como el fenómeno de recomendación de libros que se conoce “BookTok” pero esa gravitación no parece permear de la misma manera en las instituciones vinculadas al arte, donde aún campea el interrogante acerca de si los contenidos que puede compartir un museo por esta red corren el riesgo de caer en la lógica efímera de otros temas o si, con buenas estrategias, es posible pensar en generar nuevos aprendizajes y nuevos públicos para el arte.

“Me parece insólito que haya sectores de la sociedad donde se piense que los museos siguen siendo un espacio intocable, donde uno entra con solemnidad, que solo se comporta como un observador. Las instituciones culturales están cambiando muchísimo en ese aspecto, se van transformando en espacios más híbridos, donde el visitante puede interactuar, intervenir y dialogar con las obras. Las redes ayudan muchísimo a que esto suceda”, define Sureda, generadora de contenidos digitales del Centro Cultural Kirchner.

En el caso del Museo de Arte Moderno, el desembarco en TikTok no ha generado críticas. “No percibimos esas tensiones en nuestro caso. El museo ya viene innovando en contenidos lúdicos a través de sus programas educativos desde hace años, e incorpora lenguajes novedosos no solo en la virtualidad, sino también en sus salas”, dicen desde el área de comunicación.

Desde el Malba, sostienen que “la gente que está en contra del lenguaje de TikTok no es usuaria de esa plataforma”. Y agregan: “Encontraremos la forma de hacer contenido que no vaya en contra de ninguna regla. Se puede educar también siendo lúdicos”.

 

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