Otra del Loco: Lamolina lo perdonó, Zielinski no

El delantero, frustrado e incómodo con el trámite del juego, zafó de la expulsión de milagro, y el Ruso lo sustituyó en el entretiempo

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Leandro Díaz no parece tener término medio. Su mejor versión representa un punto muy alto, con goles y sacrificio para el equipo en todo momento. En tanto que su peor versión, la de anoche, resulta todo lo contrario: un cúmulo de imprecisiones y el peligro latente de que ante cualquier situación podría ser expulsado y dejar a los suyos con uno menos, algo que ayer no sucedió porque Nicolás Lamolina, de floja tarea, no quiso.

A los 36 minutos de la etapa inicial, el Loco fue a pelear una pelota sobre el lateral derecho, como suele hacerlo tantas veces. Sin embargo, terminó yendo al suelo, por lo que el árbitro cobró falta y lo amonestó por la violencia de la misma. Lejos de estar de acuerdo con el fallo, el delantero, molestó, aplaudió irónicamente a Lamolina y en su cara, prácticamente buscando una reacción del colegiado.

Lo cierto es que ante esto, junto la sensación de todo el estadio de que se vendría el segundo cartón amarillo, el juez, interpelado por los compañeros del ex Atlético Tucumán, decidió dejar la historia ahí y “darle una vida más” a un Díaz que se mostró siempre incómodo con el trámite del partido y algo frustrado por no estar en una buena jornada desde lo personal.

El partido continuó con normalidad y el árbitro decretó el cierre de una primera mitad de poco vuelo en ambos equipos, que no dejó demasiado más para el análisis.

No obstante, Ricardo Zielinski, quien conoce bien al delantero, decidió sustituirlo para que no saliera a jugar al complemento teniendo en cuenta lo sucedido con Lamolina y una expulsión que todos veían venir. De hecho, el DT remarcó esta cuestión en la conferencia de prensa posterior al triunfo, aunque también se refirió al desgaste del punta que también tuviera pasos por Lanús y Huracán, entre otros.

Lo cierto es que si bien el árbitro lo perdonó, el entrenador no hizo lo mismo.

Su actitud no dejó al Pincha con uno menos porque el hijo del histórico Francisco sencillamente no quiso mostrarle dos amarillas de manera consecutiva quién sabe por qué.

Leandro Díaz, en su versión de ayer en UNO (la que no le sirve a él ni al Pincha) pensó más en Leandro Díaz que en el equipo. Zielinski, de algún modo, hizo todo lo contrario. La decisión de dejarlo en el vestuario para que ocupara su lugar Mauro Méndez, de buena tarea, terminó por confirmarlo. Cuidándolo, pero sobre todo cuidando al once, el DT realizó una modificación que se caía de madura.

No es la primera vez que sucede algo así en su carrera ni tampoco en su estadía en Estudiantes, donde le ha costado y mucho cambiar las críticas iniciales por los elogios actuales, para así ganarse el cariño de la gente.

De él dependerá mantener los aplausos y el reconocimiento, o retroceder a los murmullos de sus primeros meses.

 

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