Arrancaron en Brasil las campañas presidenciales

El expresidente Lula mantiene su ventaja sobre el mandatario Jair Bolsonaro en las encuestas de cara a las elecciones de octubre

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JUIZ DE FORA, Brasil

Las campañas electorales por la presidencia de Brasil empezaron oficialmente ayer, con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva superando al actual mandatario Jair Bolsonaro en las encuestas de intención de voto (45 a 34 por ciento, según el último sondeo difundido el lunes), y en medio de una creciente preocupación por la violencia política y las amenazas a la democracia.

Lula, cuya presidencia de dos mandatos transcurrió de 2003 a 2010, ya ha empezado a usar un chaleco blindado para sus apariciones públicas. Tenía previsto dar un discurso en una fábrica de motores ayer por la mañana, pero la policía federal le pidió cancelar el evento por cuestiones de seguridad, de acuerdo con voceros de su campaña. En lugar de la fábrica de motores, el político de izquierda lanzó su séptima candidatura a la presidencia en la planta de Volkswagen en Sao Bernardo do Campo, una ciudad manufacturera en las afueras de San Pablo donde saltó a la fama como líder sindical en la década de 1970.

Bolsonaro, por su parte, volvió a visitar el lugar en la ciudad de Juiz de Fora donde fue apuñalado por un enfermo mental en la campaña de 2018. Llegó en moto rodeado de guardias de seguridad y portando un chaleco blindado, a diferencia de 2018, cuando se metió entre la multitud sin ningún tipo de protección.

Creomar de Souza, fundador de la consultoría de riesgos políticos Dharma Politics, comentó que la visita de Lula a la planta automotriz es típica del simbolismo brasileño, evocando nostalgia de su primera candidatura a la presidencia en 1989 y haciendo alusión a su legado. De Souza añadió que prevé que los candidatos se ataquen entre sí más que presentar propuestas a los votantes.

“Quiero que estas elecciones terminen lo antes posible con Lula ganándolas, así hay menos riesgos de violencia y más conversaciones sobre el futuro”, señaló Vanderlei Cláudio, un trabajador metalúrgico de 32 años de edad, en el evento.

En tanto, el regreso de Bolsonaro al sitio donde lo apuñalaron es un intento de evocar la misma imagen de candidato independiente que permitió al legislador de siete mandatos alcanzar la victoria en 2018, dijo Maurício Santoro, profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Río de Janeiro.

“Para Bolsonaro, esta es la imagen de sí mismo como un candidato rebelde y contrario al sistema, y el ataque en su contra fue pieza central de esa narrativa”, indicó Santoro. “Para él y sus simpatizantes, el hombre que lo apuñaló no era un ‘lobo solitario’, sino parte de una conspiración de la élite política contra Bolsonaro’’, añadió.

Las elecciones en la democracia más grande de Latinoamérica, que se celebrarán en octubre, se han transformado en una lucha de titanes, debido a que el resto de los candidatos está muy rezagado. Ambos se han dirigido a sus simpatizantes durante meses, aunque no tenían permitido por parte de la autoridad electoral pedir votos o transmitir anuncios. Hasta ahora, no se ha programado ningún debate entre Lula y Bolsonaro. (AP y AFP)

 

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