El crecimiento de Leo Morales lo convierte en figura esencial
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2022 | 02:19

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Todo Gimnasia no olvidará fácil este tan significativo triunfo en Santa Fe. Más allá de la cuestión estrictamente numérica (ahora quedó a sólo una unidad del puntero tucumano), semejante éxito es la ratificación de su brutal apetito por alcanzar la meta más deseada.
Haber ganado anoche en esa tierra históricamente complicada representa para el Lobo de Pipo la hermosa recompensa por mostrarse infinitamente generoso en el despliegue.
Con lo que le queda (no para de sufrir lesiones que repercuten mucho en su funcionamiento), va para adelante. Empuja. No se entrega. Consigue puntos que otros pierden y alimenta una esperanza que lo hace transitar la competencia erguido, cada vez más convencido de ser el equipo que ha conseguido formar.
Sin perder de vista que se trata de un juego colectivo, la figura de Leonardo Morales representa un símbolo de fortísima influencia. Modesto, humilde, rendidor, sacrificado y en permanente evolución, ya es un baluarte esencial tripero y, al mismo tiempo, uno de los mejores zagueros del fútbol argentino.
Si ganó con justicia después de 21 años en ese estadio, fue porque siempre tuvo claro que el comprmiso de todos lo puede llevar a donde quiere ir.
un gol para gritar con todo y dos bajas que preocupan mucho
El primer tiempo le dejó al Lobo sabores extremos. El gol del Yacaré Morales y dos o tres llegadas más lo elevaron a un estatus anímico formidable. Pero la cara opuesta se construyó con dos golpes que lo llevaron a la vereda de la preocupación. Las lesiones de Guiffrey (venía creciendo mucho en su rendimiento) y de Ramón Sosa (el hombre más peligroso ante las ausencias de Tarragona y de Eric Ramírez) resultaron golpes arteros del destino.
Gorosito debe haber apelado en el entretiempo a que el equipo mantenga la calma y, muy especialmente, el espíritu solidario que ya lo distingue. Los que iban a salir al campo debían sostener una ventaja que significaba el claro mensaje público de estar capacitado para pelear por alcanzar los objetivos más seductores.
sin brillos desmesurados, se ganó el respeto de sus rivales
No sólo mantuvo sino que amplió la diferencia construyendo una alegría que no pasará desapercibida para nadie.
Teniendo en cuenta que todavía faltan un montón de fechas para llegar al final de la película, Gimnasia tiene el derecho y la obligación de disfrutar este momento consolidado en base a un crecimiento sostenido.
Guiado por un entrenador conocedor del “paño”, que es cada vez màs querido por los hinchas, Gimnasia ratifica desde sus estadísticas que, aún partiendo desde el umbral de la sencillez, también se puede alcanzar una altura gratificante.
Las lesiones se han transformado en su rival más cruel. Sosa era el mejor en un ataque disminuído
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