El rey, en visita a Irlanda del Norte bajo tensión

Edición Impresa

El nuevo rey británico, Carlos III, prosiguió ayer su gira por las cuatro naciones que forman el Reino Unido, visitando Irlanda del Norte donde afronta el desafío de asentar una complicada reconciliación y evitar la amenaza secesionista. El gobierno de Escocia, que el monarca visitó el lunes, pretende convocar un nuevo referéndum de independencia, pero la resistencia armada a la Corona terminó allí hace siglos. Por el contrario, en Irlanda del Norte la paz data solo de 1998 y aún es frágil. Los unionistas norirlandeses profesaban una devoción reverencial por la difunta reina Isabel II, base de su profundo apego a la corona británica y a la pertenencia de esta región al “Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”. Una pertenencia que desde el Brexit sienten que está más amenazada que nunca. Unionistas protestantes y republicanos católicos se enfrentaron durante30 años en un violento conflicto que dejó unos 3.500 muertos e implicó a grupos armados de ambas partes, así como al ejército británico.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE