VIDEO. Argentina dio el golpe con un frentazo de Nicolás Otamendi
Edición Impresa | 22 de Noviembre de 2023 | 03:09

En una noche cargada de tensión, porque el partido estuvo al borde de la suspensión por la brutal represión policial a los hinchas argentinos, con Messi tocado por una molestia en el aductor de la pierna derecha, Emiliano Martínez tapando una pelota clave y un golazo de Nicolás Otamendi, Argentina dio el golpe como visitante de Brasil en el mismísimo estadio Maracaná de Río de Janeiro, en el marco de la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026 que organizarán Estados Unidos, México y Canadá, que ahora muestra a la Scaloneta en lo más alto de la clasificación, junto a Uruguay, que a primera hora goleó a Bolivia en Montevideo.
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Los buenos recuerdos por la Copa América levantada el 10 de julio de 2021 pasaron rápido a un segundo plano, y ni bien la Policía comenzó a golpear en forma salvaje a los argentinos que ocupaban un sector de tribuna, sobrevolaron imágenes del escándalo que determinó la suspensión, el 5 de septiembre del mismo año, en plena pandemia del Covid-19, por supuesto incumplimiento de la cuarentena por jugadores que habían viajado desde Inglaterra, del partido en San Pablo, a pocos minutos de comenzado, por las Eliminatorias para el Mundial de Qatar, el cual finalmente no se disputó.
Todos van a saludar a Nicolás Otamendi, quien definió el partido en el maracaná ante Brasil. Histórico triunfo de la scaloneta por eliminatorias / AFP
Después de los incidentes que mostraron lo peor de la Policía de Río de Janeiro y de la organización de un partido en el que los seguidores del equipo visitante fueron ubicados en un sector de altísimo riesgo, en medio de una multitud de fanáticos locales, y postergó el inicio del juego casi media hora, la pelota comenzó a rodar con el nerviosismo como marco: tanto en las tribunas como dentro del campo de juego, donde incluso se registró un entredicho entre Messi y Gabriel Jesús, quien con los dedos le indicó al capitán que era la segunda vez que abandonaban.
Jugadores e hinchas festejaron juntos una victoria enorme. “Fideo no se va”, uno de los hits de la fiesta
La formación albiceleste se conoció con el partido a la vista, en el marco de una previa en la que se consideró una serie de cambios respecto del partido anterior: la derrota frente a Uruguay. Se llegó a considerar que Scaloni dispondría cuadro modificaciones, pero a la hora de la verdad, el santafesino de Pujato confirmó los ingresos de Giovani Lo Celso en lugar de Nicolás González y Marcos Acuña por Nicolás Tagliafico, transformando con esto el anterior esquema 4-3-3 a un 4-4-2. La movida retuvo en el banco de los suplentes a Ángel Di María, quien había sido considerado probable titular ni bien finalizado el partido en la Bombonera.
El conjunto brasileño, por su parte, llegó a este clásico salpicado por la violencia extrema de las fuerzas policiales que descargaron su furia contra hinchas argentinos con media docena de bajas por lesiones. La más sensible fue la de Neymar, quien se rompió los ligamentos en la derrota frente a Uruguay, en Montevideo. Pero tampoco pudieron ser parte Vinicius, por una rotura muscular; Casemiro, desgarrado; Ederson, con una lesión en un pie; Danilo, otro con un problema muscular; y Richarlison, porque decidió operarse de una lesión en la pelvis.
“Dibu” Martínez le tapó una pelota clave a Martinelli en el mejor ataque de los brasileños
El primer tiempo transcurrió con mucho vértigo, por la presión ejercida en todos los sectores del campo, y con infracciones que interrumpieron el juego en forma permanente. Argentina llegó de entrada con Marcos Acuña, que no pudo completar el ataque; mientras que Brasil tuvo sus mejores chances con una entrada de Marquinhos, en un tiro de esquina, y un remate de Gabriel Martinelli que Cristian Romero evitó casi sobre la línea. En ese contexto, Messi debió ser atendido un par de veces por una molestia en el aductor de la pierna derecha, que le restó posibilidades.
En el segundo tiempo, Brasil se hizo cargo del trámite a partir de una mayor determinación, y llegó con peligro a través de Rapinha y Gabriel Martinelli, quienes se encontraron con la figura de “Dibu” Martínez, el mejor arquero del mundo, que en la segunda jugada tapó una pelota que parecía con destino de gol. En esas circunstancias, un pelotazo largo puso en acción a Julián Álvarez, quien le entregó la pelota a Messi, cuyo zurdazo fue bloqueado, igual que el posterior de Acuña, que desembocó en un córner con final soñado, porque el centro levantado por Giovani Lo Celso se convirtió en el 1-0 para Argentina cuando Otamendi conectó con un frentazo inapelable.
El grito que selló la primera derrota de Brasil como local en la historia de las Eliminatorias fue demasiado para una formación que entró a la cancha golpeada y se retiró envuelta por los silbidos de su público, en una noche inolvidable para Argentina.
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