El delito juvenil, un drama bien grande

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Acusados por un robo en un kiosco situado en la esquina de las calles 2 y 44, personal policial demoró a cuatro adolescentes de 15 años, aunque, poco después, tras un breve papeleo, fueron reintegrados con sus familias por disposición judicial.

Este hecho fue uno más de los que ocurren a diario en la Ciudad y que expone que el delito juvenil no es un drama para nada menor.

En estos casos, la corta edad de los protagonistas no guarda relación con la dimensión de la problemática, que es enorme, triste y muy palpable.

Fuentes policiales mencionaron que los cuatro aprehendidos fueron sorprendidos cargando mercadería dentro de una bolsa negra.

Los descubrieron por las cámaras de monitoreo, cuando levantaron la tapa de un depósito en el subsuelo del local, para manotear de allí gran cantidad de paquetes de cigarrillos y otros elementos de valor.

Si bien la banda alcanzó a emprender la retirada, fue interceptada en 1 y 44, a metros de la Estación de Trenes.

Las actuaciones del caso se labraron en la seccional segunda de La Plata, con intervención de la UFI del Joven Nº 4.

Precisamente, como se trata de menores inimputables, que no pueden ser perseguidos por sus delitos, la decisión final fue la entrega a los progenitores, previo paso por el Servicio Zonal de la Comuna.

Los mismos voceros mencionaron que la totalidad de los menores habita la zona del barrio Nuevo Ringuelet.

Se presume que cuentan con antecedentes, aunque, como se dijo, el límite de imputabilidad los dejó al margen de la acción por parte de la Justicia.

 

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