Dramáticos episodios: noches de terror para Cinthia Fernández y Adriana Aguirre

La bailarina protagonizó un episodio que incluyó una patada y gas pimienta, y la vedette resultó herida en un intento de robo

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No son momentos fáciles las que están viviendo Cinthia Fernández y Adriana Aguirre, quienes, en las últimas horas, fueron protagonistas de respectivos hechos violentos.

Hace tiempo que Cinthia Fernández viene manifestando en público lo mal que se lleva con sus vecinos. La bailarina vive en una casa en un country ubicado en Escobar y en varias oportunidades contó episodios conflictivos: desde una vecina que le robaba la correspondencia y que, cuando quiso reclamarle, le pegó; hasta un cruce con un vecino que no limpiaba su pileta y que la panelista escrachó por miedo al dengue. Pero ahora, el cantar fue otro.

Cinthia estaba en su casa con sus tres hijas en la madrugada del domingo cuando un estruendo las hizo entrar en pánico. “Pensamos que nos venían a robar”, contó la mediática que contó el miedo de sus hijas que lloraban sin entender qué era lo que había pasado.

Según su relato, era pasada la medianoche y llamó a la guardia de seguridad que se demoró más de veinte minutos en llegar. Para ese entonces, ella, mientras consolaba a las hijas, miró en las cámaras de seguridad y vio cómo tres personas, vestidas de negro, corrían por el ingreso de su casa mientras que uno se acercó hasta la puerta, la pateó con furia y salió corriendo.

Tras ver hacia donde se habían ido, Cinthia encerró a las hijas en su casa, y salió en dirección hacia ellos. Escondida detrás de un árbol, los escuchó decir “vamos a volver” y atacó: los roció con gas pimienta.

Los supuestos delincuentes no eran tales sino invitados de la hija de una vecina que celebraba en ese momento su cumple de quince. Según esa vecina, los chicos se escaparon y, como una travesura, fueron a molestar a Fernández.

El problema siguió porque cuando la vecina escuchó los gritos de los jóvenes rociados con gas pimienta, se encontró con una alterada Fernández que no entendía qué era lo que pasaba. Luego de explicarle que había sido una “travesura” y de pedirle perdón, el caos se apoderó de la escena en tanto varias personas que estaban en la fiesta registraron ardor de ojos y hasta vómitos con sangre, al parecer, por la propagación del gas pimienta.

La vecina se hizo cargo de no haberse dado cuenta de la “pelotudez” de los amigos de su hija, aunque reprochó el accionar de la bailarina en tanto “afectó a mucha gente”, no sólo a adolescentes, sino también a una embarazada de ocho meses, un bebé y hasta personas mayores.

“Mi hija pasó un momento de mierda porque estaba al lado del ventanal y nos podrían haber matado. ¿Y me juzgan por un gas pimienta? Lo volvería a hacer mil veces. ¿Por qué tengo que aguantar esto? ¿Cuál es la gracia de golpear y romper la puerta? Yo los escuché clarito que iban a volver”, explicó Cinthia.

adriana aguirre y el trapito

Lo de Adriana Aguirre fue diferente. La vedette contó, enfurecida, el hecho delictivo que sufrió en la intersección de las avenidas Corrientes y Callao. La rubia había salido del teatro y estaba en su auto cuando, sorpresivamente, un limpiavidrios se le abalanzó y le quiso robar, hiriéndola.

Según explicó, el sujeto intentó por todos los medios robarle la cartera, sin embargo ella la tenía enganchada con el cinturón de seguridad. “Mirá cómo me dejaste el hueso, porque te resistí, flaco”, expresó, mostrando a cámara los detalles de las agresiones sufridas en una de sus manos. “Tus ataques de violencia yo no me los banco, había cuatro cámaras filmándote con esa gorrita verde y la camisetita verde mientras me golpeabas contra el vidrio”, continuó.

Asimismo, Aguirre agregó que el sujeto metió la mano por el pequeño espacio que había quedado por el vidrio abierto, y forcejearon mientras él insistía en llevarse la cartera. “No quería entregarle nada, porque no quiero entregarle el fruto de mi esfuerzo. Hace 50 años que estoy trabajando y no voy a entregar el fruto de mi esfuerzo”, aseveró visiblemente molesta.

Y siguió: “No me importa que tengas un arma en la mano, no me importa que tengas una navaja, no me importa nada, soy una guerrera. Hace muchos años que vengo luchando. He pasado cosas terribles, no tenés ningún derecho a hacerle eso a la gente, a saltar una verja para robarle a la pobre gente”, sumó la artista con la voz quebrada.

“Lo que tengo es bronca, ni miedo, ni nada, me pegaron contra el vidrio 20 veces la mano. Me sobran ovarios, pero no te agarran frente a frente, vienen solapadamente y parecen liendres como corren”, cerró.

 

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