A plena luz del día, sacaba el auto del garaje y terminó torturado por 4 ladrones

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Barrio Jardín se convirtió en las últimas horas en el epicentro de una feroz entradera que, además de las pérdidas materiales, dejó al damnificado en un profundo estado de shock y convalecencia a raíz de la demencial golpiza que recibió de parte de cuatro delincuentes.

Según indicaron fuentes oficiales, la víctima del violento robo resultó ser un jubilado de 83 años.

El hecho se produjo en 86 y 119, alrededor de las 9, cuando la víctima se encontraba sacando su vehículo del garaje.

Fue en ese marco que terminó siendo sorprendido por al menos cuatro delincuentes encapuchados y armados.

El hombre jamás imaginó que a plena luz del día pasaría por esta amarga experiencia. La familia supone que justamente por el momento del día salió confiado y no pudo interpretar el lento recorrido de un Fiat Uno por su cuadra como una actitud cuanto menos sospechosa.

Lo concreto es que, tras descender de su rodado se dirigió al portón de su casa para cerrarlo.

Justo cuando estaba por poner la llave, el auto detuvo su marcha y los hampones descendieron.

Ni tiempo le dieron para ponerse a resguardo. Retornar a su auto para escapar o ingresar a su casa fueron algunas de las posibilidades que evaluó. Pero superado en número y en fuerza, al hombre no le quedó otra opción que acatar la orden de los malvivientes de ingresar a su casa.

Si bien el hombre tuvo el impulso de gritar para pedir ayuda, inmediatamente fue neutralizado con un golpe y una amenaza con un arma en la mano.

Su esposa, que se hallaba en el interior, advirtió la situación, se escondió y dio aviso a un vecino para que llamara a la Policía.

El calvario para la víctima duró varios minutos. Los delincuentes maniataron al hombre, lo ubicaron boca abajo para que no observara rostros y comenzaron a patearlo mientras le apoyaban un arma en la cabeza y amenazaban con matarlo. Una verdadera sesión de torturas aplicaron los sujetos con el objetivo de “ablandarlo”.

“Le pedían dólares. ‘Sabemos que tenés plata’ le decían los tipos. Estamos consternados”, explicó un familiar a este diario.

Posteriormente, la víctima recibió asistencia, ya que terminó con un corte en la frente y dolencias en la zona del pecho por los golpes recibidos. En tanto, los delincuentes al cierre de esta edición continuaban prófugos.

El caso demostró que los jubilados continúan siendo el blanco predilecto de los delincuentes, cuyos ataques lucen cada vez con mayor violencia e insensibilidad.

Poco parece importarle a los ladrones la historia, la experiencia y el camino recorrido de sus víctimas. Mucho menos las limitaciones físicas y las dolencias que suelen tener los adultos mayores.

Muy por el contrario. Sin piedad, suelen utilizar estas debilidades en su favor para imponer su voluntad y someter.

 

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