Terror por un asalto en una vivienda de City Bell

Un verdadero martirio fue el que debieron soportar en una vivienda de City Bell, su propietaria, de 48 años, y sus hijos, un adolescente de 14 años y una nena de 12, en otro hecho de inseguridad en la Zona Norte platense.

Así trascendió ayer de voceros oficiales, quienes indicaron además que el atraco, que en verdad se produjo -se aseguró- en la noche del sábado último, en calle 21 A entre 445 y 446.

En esos momentos, se mencionó, irrumpieron en ese domicilio cuatro delincuentes, que amenazaron a las víctimas con cuchillos.

No tardaron en dejar en claro el motivo que los llevó hasta ese inmueble, por lo que amedrentaron rápidamente a la mujer, conminándola a que les entregara dinero en efectivo y otros efectos de valor.

EN SHOCK

Los mismos informantes, seguidamente refirieron que la víctima, presa del miedo lógico por la situación y, en particular temiendo por sus hijos, que presenciaban todo, intentó calmar a los delincuentes, para que no los golpearan ni los lastimaran.

Durante un lapso de tiempo que no pudo ser precisado, este grupo delictivo se abocó a revisar diversos muebles de las habitaciones de la familia, dejando simultáneamente un desorden mayúsculo a su paso.

Luego de interminables minutos, la banda se apoderó de “8.000 pesos, tres teléfonos celulares y dos televisores”, que fue el botín con el que momentos después se dieron a la fuga.

No pudo establecerse en qué vehículo los asaltantes emprendieron la huida de la zona, en medio de la oscuridad y el escaso movimiento que había en el barrio.

También se expuso que una vez que los delincuentes ya estaban en plena fuga, la dueña de casa, angustiada, hizo saber a vecinos sobre el pésimo momento que afrontó.

Alguien de la cuadra entonces se comunicó con el 911 y a los pocos minutos arribó personal policial de la jurisdicción. Pero pese al amplio rastrillaje que se desplegó por las inmediaciones, los efectivos no lograron dar con los sospechosos.

Demás está decir que una sensación de angustia y preocupación quedó impregnada en cada uno de los habitantes del barrio, quienes hicieron saber su descontento por la inseguridad y reclamaron, como ocurre en todos los puntos cardinales de La Plata, mayor presencia policial.