VIDEO. Estudiantes, sin poder de gol y con errores defensivos que le salieron caros
Edición Impresa | 12 de Julio de 2023 | 04:25

Por MARTIN CABRERA
Estudiantes prolongó en Guayaquil su flojo momento en el semestre. En el partido de ida por el repechaje de la Copa Sudamericana cayó 2-1 como visitante ante Barcelona y además de encender las alarmas por el juego mostrado puso en riesgo su continuidad copera en el año. Ahora está obligado a ganar por más de un gol en La Plata la próxima semana para no quedar eliminado.
Estudiantes jugó un primer tiempo poco convincente, de los más flojos desde que Eduardo Domínguez es el técnico. Porque además de mostrarse errático con la pelota y sin una idea clara de juego, tuvo una flacidez defensiva que hacía tiempo no se le veía. Lo que otrora fue un valor agregado, anoche resultó su talón de Aquiles.
Corozo por la izquierda del ataque y Martínez por la derecha no solo que impidieron las subida de los laterales sino que fueron un verdadero dolor de cabeza para Leo Godoy y Gastón Benedetti. A tal punto fue el problema que Guasone y Núñez tuvieron que salir lejos a cubrir las espaldas y dejaron huecos aprovechados por el local que en ese horno que fue el escenario (por el calor de la ciudad y no tanto por el público) lo mostró a Barcelona siempre más cerca del gol que Estudiantes pese a que en situaciones fue el Pincna el que tuvo las mejores. Y algunas muy claras.
Cada ataque por las bandas y cada centro fue un problema sin solución para Estudiantes, que además de estar perdido con las marcas se lo vio ahogado, por el calor, la presión del local y un campo de juego más que regado, inundado.
Por eso no sorprendió que a los 29 minutos llegada el gol de Fidel Martínez, luego de un centro desde la izquierda que encontró a todos los visitantes adentro del área y tras un despeje defectuoso apareció el número 11 para definir de volea fuerte al palo derecho de Andújar, que nada pudo hacer.
Estudiantes no se encontrón futbolísticamente pero siempre estuvo en partido porque el rival jugó igual o peor defen sivamente. Por eso cuando Leo Godoy pudo pasar la mitad de cancha encontró espacios y solo le faltó un cierre acorde para que llegara el tanto. Lo tuvo Guido Carrillo pero su remate se fue apenas desviado del palo izquierdo de Burrai y un gol anulado a Ascacibar por posición adelantada de Mauro Méndez. Hasta que llegó una habilitación exquisita de Benjamín Rollheiser desde el centro hacia la punta para Leo Godoy, que ganó la posición y definió l palo del arquero, En primera instancia el asistente marcó off side, pero un par de minutos después del VAR lo convalidó. Salvó la ropa el Pincha en esa última jugada del período, luego de un fragmento bastante flojo. Mucho para hablar en el entretiempo para un entrenador al que se vio fastidioso y nada conforme con lo realizado por sus jugadores. Pero esa última secuencia del primer tiempo dejó en evidencia que si lograba cambiar el aire y con un par de ingresos el rival era muy flojo y debía atacarlo.
En el segundo tiempo el partido tuvo l modificación del ingreso de Ezequiel Muñoz por Núñez, que había llegdo con lo justo desde lo físico. Y el partido no estaba para regalar nada. La temática fue la misma: el local sacando provecho de la velocidad de sus puntas y im Estudiantes buscando acertar una contra, pero con las mismas dificultades para manejar la pelota.
PERO TUVO LA CHANCE DEL SEGUNDO GOL, PARA DEJAR LA SERIE DE SU LADO
y la desperdició Rollheiser. El que fue responsable del empate definió mal desde la izquierda mano a mano con el arquero local, ras un pelotazo frontal que bajó Carrillo. El exRiver se apresuró y con un remate débil contuvo el arquero. Fue muy clara y por eso su lamento y el de todo el equipo. Pero reclamarle a él sería tan injusto...
Otra vez los cambios no ayudaron al equipo, que parece no encontrarle la vuelta
Para jugar los últimos minutos Domínguez tuvo que sacar del campo a Rollheiser y a Carrillo. No daban más, como otros compañeros suyos que sintieron el abrupto cambio de clima de un país a otro. Y así el equipo empezó a olvidarse de pelear de igual a igual contra su rival sino más bien abrazarse a un empate que lejos estaba de sentirlo como seguro.
Entonces nada extrañó el segundo gol de Barcelona, luego de otro desborde por la banda, esta vez la izquierda. Simple en superioridad numérica tiró el centro para que Janner Corozo le ganara de cabeza a Godoy para marcar el 2-1, que no era justo pero no podía sorprender a absolutamente a nadie porque el Pincha estaba ahogado, confundido y ya sin un patrón de juego.
Los cambios, otra vez, no ayudaron a un equipo que ya no puede disimular su bajón futbolístico, justo en el momento que debe definir cosas importantes.
Está en carrera porque la diferencia es de solo un gol, para nada se terminó el sueño, pero debe ganar y para colmo marcar dos goles, algo que como viene la mano parece ser complicado. El equipo necesita resetearse porque no tiene margen.
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