VIDEO. El Lobo levantó la desventaja de dos goles y sumó un punto de oro
Edición Impresa | 25 de Julio de 2023 | 06:24

CÓRDOBA (ENVIADO ESPECIAL)
Facundo Aché
fache@eldia.com
Fue un partidazo. Ideal para los neutrales que no sufrieron los errores de las defensas y el desequilibrio permanente que aportaron volantes y delanteros de ambos bandos.
Y para el equipo de Chirola Romero, un punto valiosísimo para frenar la sangría y alejar los fantasmas, además de una tremenda muestra de carácter de jugadores que fueron al frente y en un momento del segundo tiempo llevaron por delante a uno de los mejores equipos argentinos.
Fue avasallante el inicio de Talleres. Picantes del medio hacia adelante, Garro, Valoyes y Depietri buscaron espacios.
Y en apenas 3 minutos, el local consiguió un tiro de esquina y desde la pelota quieta trabajada apareció Nahuel Bustos para poner el 1 a 0. Lo que a priori era un partido durísimo, se hizo todavía más cuesta arriba apenas iniciado el juego.
La marcación de la pelota parada es todo un tema en Gimnasia. Muchos goles llegaron por esa vía. Demasiados.
Tuvo el empate Gimnasia con Rodrigo Castillo, pero ganó Herrera con una gran atajada ante un débil remate en la primera aproximación para el triperío en el Mario Alberto Kempes.
Y enseguida el travesaño salvó a la T ante un tiro de Benjamín Domínguez desde la puerta del área.
Y la marcación (o mejor dicho, la no marca en zona de Gimnasia) lo dejó 2 a 0 abajo con el gol de Gastón Benavídez en una jugada que nació de una pelota tirada afuera adrede por el Lobo para que el árbitro fuera al VAR por una caída de Domínguez en el área local. Y también desde la cancha de arriba casi llega el tercero, porque cada vez que hay un centro en el área de Gimnasia se mueve la tierra.
El Lobo pudo descontar, pero otra vez el travesaño le dijo no. Fue de Rodrigo Castillo el remate que devolvió el horizontal.
Talleres, letal en ataque, mostró grietas en defensa y el Tripero no ligó en ese par de ataques que tuvo el equipo de Chirola.
Y esa defensa del local que no daba garantías tuvo la complicidad de un error del arquero Herrera para que Eric Ramírez, con un anticipo, marcase el descuento para el Lobo. Con el 2 a 1 a 5 minutos del final, se abrió una luz de esperanza en el partido para Gimnasia.
El mismo Ramírez no pudo aprovechar un buen tiro libre desde el norte del área.
Aunque enseguida Christian Oliva casi mete el tercero con un remate apenas desviado. En esa línea, ambos equipos tuvieron en común denominador: peligrosos en ataque pero con notables falencias defensivas. Y así, el resultado quedó abierto para el complemento.
En el segundo tiempo, el Lobo salió a buscarlo. Tuvo alguna zozobra la T y luego de una gran acción colectiva, Ignacio Miramón sacó un remate fortísimo que encontró bien parado a Herrera. Y tras el córner, también Colazo probó al arquero respondió bien. Y en ese vendaval tripero, otro remate de Miramón se desvió y terminó en el tiro de esquina.
Cuando Talleres logró salir del atolladero, un remate de Depietri se fue muy cerca del caño derecho de Durso. El equipo cordobés, fuerte intercambiando golpes, eligió el camino de amigarse con la pelota para neutralizar a un equipo tripero que se le iba encima.
Y ante el desconcierto del local, Portillo por no entregar un nuevo tiro de esquina dejó la pelota viva y un nuevo centro de Barros Schelotto desde la derecha encontró por el segundo palo a Ramírez que fusiló a Herrera para el 2 a 2.
Salió con todo la T y sufrió Gimnasia, primero con un ataque del ingresado Sequeira y especialmente con una pelota que Catalán remató desviado tras otra pelota detenida que la defensa mens sana nunca terminaba de sacar.
Tomás Durso tuvo una gran atajada contra un disparo de media distancia de Oliva. Asimiló el golpe el local y fue a buscar la victoria y Gimnasia pareció dar su mejor esfuerzo en la búsqueda del empate.
El Lobo quedó demasiado cerca de su arco, casi sin chances de que Domínguez pudiera desequilibrar más cerca de Herrera. Movió el banco Chirola con los ingresos de Agustín Bolívar, Alexis Steimbach y Antonio Napolitano. Salieron Rodrigo Castillo, Franco Torres y Nicolás Sánchez, en un claro mensaje de que el punto servía. Había que fortalecer el centro del campo y la apuesta fue para la eventual contra de la dupla Domínguez-Eric Ramírez. Una de esas contras agarró mal parado al fondo de la T y Herrera le tapó el 3-2 a Benjamín Domínguez.
Benjamín Domínguez y Diego Valoyes mostraron toda su habilidad en sendas apiladas que llevaron mucho peligro. Gandolfi buscó variantes para torcer la historia contra un Gimnasia que recuperó orden y Romero decidió un cuarto cambio: el ingreso de Sebastián Cocimano por Eric Ramírez, el autor de los dos goles triperos.
Lo tuvo Talleres en el final, pero hubiera sido injusto que el Lobo se ahogara en la orilla después de haber nadado contra la corriente y empatado un partido imposible. Tuvo un último tiro libre el Lobo que debió ser de Benjamín Domínguez y Colazo ejecutó desviado. Fue el final de un partidazo a ojos neutrales y quizá la mejor actuación ofensiva del Lobo en el año, pero con deudas defensivas que deberán ser saldadas para avanzar y no seguir pagando con puntos.
Ahora, Platense es la necesidad de sumar los tres puntos en casa para cerrar el torneo, barajar y dar se nuevo. Después, será otra historia.
El Lobo pudo cambiar la historia con dos intervenciones de Eric Ramírez
Facundo Aché desde Córdoba analizó el empate entre Gimnasia y Talleres
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