El Madrid arrolló al Barça y levantó la Supercopa
Edición Impresa | 15 de Enero de 2024 | 03:08

Real Madrid exhibió una notable superioridad sobre el Barcelona, al que vapuleó por 4-1, para adjudicarse la Supercopa, jugada en el estadio Al Awwal Park de la ciudad de Riyadh, Arabia Saudita.
Tal como viene ocurriendo en la temporada, el equipo que dirige el Carlo Ancelotti no mostró prácticamente fisuras y se aprovechó de la endeblez defensiva del rival para concretar un resultado que pudo y debió ser más abultado.
El crack de la final resultó el brasileño Vinicius Junior, responsable de tres goles y artífice del desequilibrio en la ofensiva merengue.
Otro brasileño, el también delantero Rodrygo, decoró la goleada, con un disparo bajo, tras un flojo despeje de Jules Kounde, ya en la segunda parte.
El polaco Robert Lewandowski, en la primera mitad, achicó las cifras para un Barça que pagó caro precio por su infinidad de errores.
Ya en 10 minutos, el equipo de Xavi pareció haber despilfarrado el cotejo. Luego de jugar en dos oportunidades seguidas a la ley del offside, el conjunto catalán quedó abajo 0-2 y con una mochila muy pesada.
A los 7m., el británico Bellingham metió un pase quirúrgico para Viny, que aprovechó una lenta reacción del dinamarqués Christensen para acelerar con la pelota en sus pies, gambetear al arquero Peña y decretar la apertura de la pizarra.
Casi de inmediato, sobre los 10m., un desborde de Rodrygo por derecha halló en soledad al mencionado compatriota, quien debió arrojarse al piso y conectar para enviar la pelota al fondo del arco por segunda vez consecutiva.
Barcelona intentó una tibia recuperación. Pero al adelantar masivamente sus líneas no halló equilibrio y quedó caminando por la cornisa en más de una ocasión. El Real, con buenas tareas de Tchouameni y Bellingham en la zona media, pudo haber liquidado la historia en esos 45m. iniciales.
Una volea de Lewandowski desde fuera del área (30m.) hizo ilusionar a un Barcelona que buscó con más tozudez que claridad. Pero los errores defensivos le jugaron otra vez en contra y una inocente falta del uruguayo Araujo (expulsado luego) le permitió, unos instantes después, al “7 bravo” del Madrid estampar su primer triplete en este tipo de definiciones.
En el complemento, con un ritmo más cansino y sin tantas llegadas, el equipo de Ancelotti sacó provecho de un nuevo error del francés Kounde y Rodrygo facturó el cuarto, a los 19m.
Real Madrid ganó, de este modo, su decimotercera Supercopa española y se tomó revancha de la pasada edición, cuando Barcelona lo superó por 3-1, en otra final disputada en Riyadh.
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