Buenas intenciones no bastaron para disimular las carencias en el ataque
Edición Impresa | 21 de Noviembre de 2024 | 04:25

Por MARTIN MENDINUETA
Estudiantes corrió, buscó el triunfo con insistencia y siempre dejó clara su vocación ofensiva, pero no jugó bien.
Cautivo de sus imprecisiones, que quedaron en evidencia con mayor nitidez durante el segundo tiempo, el equipo tutelado por Eduardo Domínguez fue incapaz de arrinconar, como solía hacer en un pasado reciente, al huésped de turno.
Rosario Central, ahora dirigido por Ariel Holan, advirtió rápidamente las limitaciones y carencias que manchan el presente albirrojo y actuó en consecuencia.
Inserto en un contexto donde el mejor registro es la cantidad de partidos que acumula sin derrotas (ocho), el Pincha hace lo que puede y a veces, como ayer, queda claramente en deuda con sus hinchas.
La realidad indica que Estudiantes hoy está lejos del nivel que pretende recuperar pensando en la final que jugará ante el próximo campeón del fútbol argentino. Con una defensa que no otorga confianza ni garantía de seguridad, un mediocampo que ha bajado mucho su tradicional rango de intensidad, y un ataque casi siempre remendado, va hacia adelante con decisión y añorando ideas lúcidas.
REENCUENTRO CON SU GENTE PARA SEGUIR SACANDO CONCLUSIONES
El regreso a UNO sirvió, entre otras cosas, para observar y analizar en detalle la compleja coyuntura que gobierna los deseos de un equipo que se acostumbró a competir por metas seductoras.
Esta versión del León no tiene ninguna línea absolutamente consolidada. Delante de Matías Mansilla han brotado demasiadas dudas. La defensa pide a gritos una dupla con zagueros centrales eficaces. Hoy no se sabe quién es el “dos” titular; y lo mismo ocurre con el “seis”. Eso solo ya describe mucho de lo que le ocurre a esta formación también perjudicada por cambios constantes.
Sosa anotó un muy lindo gol justo en un momento donde se está evaluando la vigencia de varios
En el mediocampo pasa algo similar. Ascacibar es bastante más que un titular indiscutido, es el símbolo del equipo, pero cerca de su incansable patrullaje los actores, salvo un Enzo Pérez bastante desgastado, están muy lejos de poder ser considerados como “intocables”.
Neves es prolijo, aunque casi nunca decisivo en el trámite del partido. Palacios ha extraviado gran parte de su poder de desequilibrio y hoy no marca diferencias en el uno contra uno.
El bonito gol que anotó ayer José Sosa le vino bárbaro para engordar su concepto en la evaluación popular. Justo cuando se impone el crudo balance de final de año, el Principito regaló una pincelada de categoría que ayuda para asegurarle continuidad en el almanaque 2025.
QUINCE MINUTOS DE CARRILLO NO LOGRARON ENTUSIASMAR
El cuarto de hora (pareció algo acordado en la previa) para el mejor delantero del plantel no consiguió instalar sensaciones interesantes. Falto de ritmo y quizás también de confianza, quiso meterse en el fragor de las acciones y lo hizo sin hacerse notar. Será indispensable que se recupere para que la ambición de otro trofeo tenga un sustento calificado.
Nadie salió sorprendido del estadio. Estudiantes es ni más ni menos que lo que mostró. Todos saben qué tiene y qué le falta. Irá a Santiago del Estero con un panorama muy parecido y eso inquieta a los que aspiran ser testigos de otra consagración.
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