“Menores en banda”, el terror de todos los comerciantes en el Centro
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2024 | 03:53

A causa del drama de la inseguridad, en las últimas horas dos personas renunciaron a sus puestos de trabajo. Ambas desempeñaban tareas en kioscos del Centro de la Ciudad, donde hace tiempo existe un gravísimo problema al que no le encuentran solución: los ataques de las bandas de menores, algunas de ellas armadas.
Ahora pasó en otro comercio del rubro de Plaza Italia, casi en la esquina de la avenida 44.
Se trata del local “No Stop”, al que dos adolescentes habrían ingresado a través de un pequeño espacio en la ventana de rejas.
El empleado, de 25 años, nunca ofreció resistencia. Hasta se tiró al suelo, pero igual lo golpearon.
Según el relato que le hizo a este diario, le pegaron un culatazo en la cabeza, aunque no sufrió lesiones graves.
El ataque ocurrió cerca de las cuatro de la tarde, cuando en la zona no había gran movimiento, aunque se trata de un punto neurálgico de La Plata, con cámaras de seguridad en todos lados. Incluso dentro del propio negocio. Por eso los precoces asaltantes quedaron filmados.
En el contacto que tuvo con EL DIA, el damnificado agregó que “más o menos, se llevaron 15 mil pesos en efectivo, mercadería y cigarrillos, junto con la llave y el candado del local”.
Como suele ocurrir, la Policía habría logrado demorarlos en las inmediaciones del kiosco, tras conocer detalles del caso, ver las imágenes y conocer de sus vestimentas, aunque como se trata de jóvenes inimputables, rápidamente obtienen la libertad y así reinician el círculo vicioso.
En la Región hay decenas de menores que han ganado triste fama por esta situación.
No se descarta que ambos delincuentes pertenezcan al mismo grupo familiar, porque “uno le dijo al otro primo”, contó el asaltado.
DEJARON SU TRABAJO
Respecto de los dos empleados que presentaron la renuncia indeclinable a su puesto laboral, tras haber experimentado el miedo en primera persona, los casos ocurrieron en Plaza Paso y en 7 entre 45 y 46.
En el primer hecho, una bandita de cuatro menores, entre ellos una chica, que sería de Melchor Romero, entraron al negocio tras romper a patadas el vidrio de la puerta de acceso.
Según el dueño del comercio, que fue quien informó sobre la renuncia de su empleado, los ladrones sacaron “una coca, chocolates y algo de dinero”.
Por su parte, en el otro episodio de inseguridad, Luján (21) atendía al público en el kiosco “Kapri”, donde el día anterior un compañero suyo comunicó al dueño que no iba a seguir trabajando a raíz de un robo.
“Pasó el viernes a las 20.30 y tenía otro antecedente de un ataque reciente el lunes anterior. Por eso quedó muy asustado y renunció”, reflejó la chica a este medio.
Un allegado a la investigación policial informó por su parte a este diario que “el muchacho avisó por mail que había sufrido un robo en el kiosco. Al enterarse el dueño del negocio, fue enseguida a su local y allí el joven le hizo saber que no iba a seguir trabajando”.
“Estaba a las 2 menos veinte de la tarde con una clienta, cuando entraron tres delincuentes armados”, señaló Luján. Luego indicó que “lo llevaron junto a la clienta a la parte trasera del negocio, donde a él le pusieron un arma de fuego en la cabeza”.
La banda se encargó después de su propósito primario. En tal sentido, la joven informó que “creo que robaron alrededor de 8.000 pesos, más de 40 atados de cigarrillos, algo más de mercadería y un teléfono celular”.
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