Operativo Rosario contra la violencia de los narcos: el plan para una ciudad atemorizada y paralizada
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2024 | 03:35

El gobierno nacional envió ya anoche a la ciudad de Rosario un contingente de fuerzas de seguridad federales que contarán con la asistencia logística de militares tras la ola de asesinatos a sangre fría de varias personas en espacios públicos encabezada por bandas de narcos.
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, anunció ayer temprano en conferencia de prensa un plan de “saturación policial” y el refuerzo de 450 efectivos para evitar que Rosario (Santa Fe, centro) se convierta en “tierra de narcoterroristas”.
La funcionaria informó también del envío al Congreso de una ley “antibandas” que “tipifica una nueva modalidad de persecución penal, tomando los crímenes de estas bandas y adjudicándoselo a todos sus integrantes, como hizo el código penal antimafia de Italia”.
“Estamos acorralando al narcotráfico... no estamos dispuestos a ceder ni un milímetro”, dijo, mientras,el presidente Javier Milei al canal de televisión LN+ en alusión al comité de crisis que el gobierno nacional ha puesto en marcha en coordinación con el de la provincia de Santa Fe para hacer frente al escenario de violencia.
Milei señaló además que debe terminar la política permisiva con los autores de graves delitos que adjudicó a administraciones pasadas. “El que las hace las paga”, aseveró.
Bullrich, y su colega de Defensa, Luis Petri, dieron detalles del plan excepcional de seguridad desde Rosario, localidad situada a 300 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y considerada la más peligrosa del país a causa del accionar desde hace años de las bandas de narcotraficantes que han ido ganando cada vez más poder.
Rosario permaneció ayer paralizada por el impacto social que han causado los asesinatos a distintos trabajadores mientras cumplían sus tareas y que el Gobierno atribuyó a mensajes mafiosos de las organizaciones criminales contra las autoridades nacionales y locales. Se espera que hoy, con más vigilancia, se empiecen a normalizar las actividades.
Durante la oleada de violencia aparecieron mensajes de amedrantamiento contra las autoridades advirtiendo que correrá más sangre en Rosario y exigiendo derechos para los presos. El propio gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ha denunciado que ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones desde que asumió en diciembre.
Bullrich dijo en la conferencia de prensa que el recrudecimiento de la violencia obedece al temor de los narcos a verse debilitados luego de las medidas de reforzamiento de la seguridad que desde hace tres meses vienen implementando las autoridades nacionales y provinciales en las cárceles para aislar a los presos más peligrosos e impedir que sigan coordinando a las bandas delictivas desde su encierro.
Ello ha incluido duras requisas en las que les fueron incautados móviles y otros dispositivos para mandar mensajes a distancia y mayor presencia policial en las calles de Rosario lo que, según la funcionaria, ha logrado un descenso de la cantidad de homicidios en los dos meses pasados.
Las bandas del narcotráfico “intentan sacarnos del camino y comenzaron con acciones narcoterroristas, atacando a ciudadanos que están cumpliendo su trabajo”, dijo Bullrich.
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