“Patotas juveniles”, otro fenómeno que irrumpe

El lunes por la tarde, un grupo de 8 delincuentes atacó a golpes a un joven para sustraerle distintos objetos, incluso la ropa

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Como todo fenómeno, causa impacto. Y en el Centro de la Ciudad, parece que este tipo de eventos llegó para quedarse. Hablamos de inseguridad, claro está. Y dentro de ella, el movimiento de grupos numerosos de delincuentes, de patotas organizadas, violentas, que atacan al paso y provocan mucho daño.

En estos últimos tiempos, con el ocurrido el lunes por la tarde, se pueden contabilizar al menos tres casos. Fue cuando un joven cayó en manos de una horda de ocho ladrones, que lo tiraron al suelo para propinarle golpes y patadas.

Si bien la víctima, una vez que pasó la pesadilla y recuperó las fuerzas, decidió acudir por precaución hasta el hospital San Martín, los médicos que lo revisaron le dijeron que no tenía nada grave.

Fundamentalmente, según confiaron a este diario fuentes del caso, le preocupaba un impacto que recibió en la cabeza.

Del hecho, en la denuncia, siempre en base a los mismos voceros, narró que caminaba cerca de las 18.30 por 51 entre 8 y 9, a metros de la sede de los Tribunales Federales, cuando se encontró rodeado.

A esa hora, por el lugar, se desplazaba bastante gente. Lástima que también estaban los asaltantes, quienes emprendieron un feroz ataque a la vista de todo el mundo.

En un sector de la Ciudad que debería estar hipercustodiado, con cámaras por todas partes, no se entiende cómo los operadores del centro de monitoreo municipal no advirtieron el desplazamiento de la banda.

Es hacer un seguimiento, avisar a la Policía y actuar en consecuencia. De manera preventiva. Pero nada de eso ocurrió.

Es que, siguiendo la exposición del damnificado, luego de la golpiza, le sacaron un teléfono celular, un par de auriculares, una riñonera con documentación personal, 500 pesos, un pantalón, la campera, una visera y hasta las zapatillas.

Después, con el botín en su poder, los delincuentes huyeron a la carrera en dirección a Plaza San Martín, donde le perdió el rastro.

Cuentan quienes tomaron conocimiento de lo sucedido, que los testigos del evento fueron pocos empáticos con la víctima, ya que nadie lo habría asistido. Por eso su bronca por partida doble.

ANTECEDENTES

Como se dijo, el de 51 entre 8 y 9 fue el tercer hecho de similares características que ocurren en poco tiempo en el Centro de la Ciudad.

El 20 de marzo pasado, en Diagonal 74 y calle 10, un joven encontraba junto a otros cuatro amigos intentando tomar un taxi.

Fue en ese momento que aparecieron los cinco delincuentes increpando y amenazando al grupo.

Asustados, muchos atinaron a abandonar el lugar para evitar el enfrentamiento.

Según expuso el joven ante las autoridades, si bien todos empezaron a correr en distintas direcciones para ponerse a resguardo, él terminó siendo interceptado por los sujetos, que se comportaron con la dinámica de una cacería en manada.

Así lo corrieron hasta acorralarlo y, cuando el joven ya no tenía escapatoria, lanzaron el feroz ataque, que se llevó su billetera, el celular y las zapatillas.

Por su parte, el 24 de marzo, en 47 entre 8 y 9, una horda de 15 delincuentes atacó a un joven de 22 años, oriundo de Rafael Calzada, a quien le arrebataron el celular y el DNI.

 

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