La operaciones quirúrgicas y el servicio hospitalario no deben ser retaceados

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No hubo avances en una nueva reunión que sostuvieron las autoridades del Instituto Obra Médica Asistencial con la Sociedad Platense de Anestesiología, y, por ende, continúa el conflicto que llevó a los anestesiólogos a una protesta que incluyó la postergación de operaciones y tratamientos programados, por tiempo indeterminado, a los afiliados de la obra social bonaerense, en reclamo de honorarios.

El problema viene desde antes. A los atrasos en los pagos que se acentuaron en 2021 se sumó en esa época el inicio de un éxodo de anestesistas de los hospitales públicos, hacia centros de salud privados o semiprivados, atraídos por mejores niveles salariales. Desde luego que, como ya lo expresó este diario en otras columnas, “la grave situación planteada requiere de soluciones perentorias”.

Ahora, en el marco de este nuevo encuentro, según informaron voceros de IOMA en declaraciones periodísticas, el Instituto está analizando reducir a la mitad el plantel de prestadores del servicio de anestesiología. Quedarse con 80 profesionales en lugar de los 160 que tienen convenio actualmente con la obra social bonaerense.

Esa decisión llevó a la entidad de los médicos a advertir a la población que reducir a la mitad la cantidad de anestesiólogos puede poner en riesgo la seguridad y calidad del servicio de anestesiología en las clínicas privadas de la Ciudad.

Desde la sociedad científica que reúne a los anestesiólogos de la Ciudad, entre otras reivindicaciones laborales y salariales que se plantearon, dijeron que “los valores de aumento solicitados de nuestra parte en el marco de esta negociación intentan recomponer el honorario anestesiológico, el cual perdió en el 2023 el 75 por ciento de su valor con respecto a la inflación que fue del 211 por ciento, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Y desde IOMA informaron que hubo dos aumentos oficializados: 25 por ciento para enero, y 20 por ciento para febrero.

Sea como sea, a principios de este año se anunció la postergación de cirugías programadas para distintas ramas médicas en los hospitales Alejandro Korn de Melchor Romero; el Sor María Ludovica (Hospital de Niños); el San Roque de Gonnet y el Larrain de Berisso- dispuesta partir de una medida de fuerza que cumplieron los médicos anestesiólogos de esos centros de salud.

Tanto los profesionales como la calidad funcional de los hospitales públicos merecen disponer de los recursos profesionales, técnicos y de equipamiento, que los mantengan a la altura de sus valiososos antecedentes. Pero sobre todo son las personas enfermas las que no merecen ver retaceado, por ningún motivo administrativo, su derecho irrestricto a la salud y a ser atendidos en tiempo y forma.

 

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