El arzobispo porteño exigió tomar “en serio las parálisis de nuestro pueblo”

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Durante el Tedeum, el arzobispo porteño Jorge García Cuerva le exigió a los mandatarios “tomarse en serio las parálisis del pueblo” y no postergarlas “en nombre de un futuro prometedor”, al tiempo que alertó sobre los graves indicadores sociales que sufre el país.

“Hoy nos ponemos delante de Dios como Nación y le pedimos que nos cure, porque parecemos tener las manos paralizadas para el encuentro que construye fraternidad, las manos paralizadas para abrazar a los heridos por la soledad y la tristeza, las manos paralizadas para ser solidarios con los que menos tienen”, aseguró el cardenal primado de la Argentina al iniciar la ceremonia en la Catedral.

Ante la atenta escucha de los funcionarios nacionales expresó: “Tenemos que tomarnos en serio las parálisis de nuestro pueblo. Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar: su postergación en nombre de un futuro prometedor generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y por lo tanto de toda la sociedad, un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir: la malnutrición en la primera infancia, la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud, los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad”.

En esa línea, el referente del purpurado local señaló que la mirada de Jesús “alerta sobre la insensibilidad con los más desprotegidos, reclama mayor compromiso y cercanía con los que sufren” y apeló a la “conciencia” de cada uno “en estos tiempos difíciles, ¿qué estoy haciendo por los más pobres y los que sufren? ¿Podremos mirarnos y responder esa pregunta, sin echar culpa como adolescentes, sino desde la responsabilidad de hacernos cargos, incluso si es necesario realizando una autocrítica madura que tanto necesita escuchar alguna vez nuestro pueblo?”

“Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y nosotros no podemos hacernos los tontos. Hay que acompañar con hechos y no sólo con palabras ese enorme esfuerzo de nuestra gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan comentados autoaumentos de sueldos de algunas semanas atrás”, lanzó el arzobispo que una vez concluida la ceremonia se acercó hasta el lugar donde se encontraba Milei para saludarlo e intercambiar unas palabras.

 

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